El que defiende una idea de la que está convencido que se sustenta en la legalidad y, además, es legítima porque cuenta con el apoyo de la mayoría, prefiere apostar a la calidad y no la cantidad.
Este se da porque quien defiende una idea conscientemente de que lo hace por algún motivo o interés particular, sin importarle si es legal o no, necesita de una mayoría simple para pasarla como buena y válida.
Quien apuesta a la cantidad no descarta la calidad, ya que es una característica que sólo la rechaza quien es mediocre y quien defiende lo incorrecto no necesariamente lo es. El tema está en que necesita de una mayoría para pasar su idea.
Esto pasa en países, familias, comunidades, gremios, aulas, empresas, organizaciones sociales y donde sea que haya interacción humana. ¿Por qué? La naturaleza de los humanos no ha sido bien estudiada aún. Faltan datos.