Durante los años 80 la lucha libre se convirtió en un deporte ícono en República Dominicana, a través de la participación de Jack veneno, Los Hermanos Broncos o Relámpago Hernández. Sin embargo, luego de su declive, los aficionados ven en este deporte una opción para emprender.
Esta pasión se convierte en un estilo de vida que puede ser monetizado. Así lo entienden los propietarios del podcast “Kick out”, transmitido por la radio de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), y producido por Julián Rojas, Ariel Feliciano y Jorge Pérez.
“Nosotros sentimos que República Dominicana necesitaba un programa de lenguaje llano, divertido y jocoso orientado a la nueva generación para recordar la cultura de la lucha libre”, explicó a elDinero, Jorge Pérez.
Durante el auge de la lucha libre, sus principales figuras se convirtieron en la cara de marcas comerciales como Forty Malt, que hizo a Jack Veneno un embajador del producto que, como luchador, aseguraba “un brazo de poder en cada cucharada”.
Sin embargo, promover esta cultura va de la mano con una gestión publicitaria de la mano de empresas que apuesten por el resurgimiento y su objetivo sería “impactar a un nuevo público”.
“Muchos negocios están tratando de renacer y resurgir y tienen poco presupuesto. No son empresas que mueven poco presupuesto por la escasa fanaticada, contrario al mercado internacional que manejan millones de dólares destinados a publicidad”, agregó Pérez.
Público
El cuadrilátero, la música y las ovaciones del público que quieren ver en escena a su personaje favorito competir contra su rival durante una pelea que puede desbordar sangre, poder y golpes. Para Rojas, la lucha libre es pasión. “Aunque sepas que es un deporte coreografiado y se cataloga como mentira, tú te adentras a la magia que estás viendo”, afirma.
La audiencia del podcast varía entre 100 y 150 oyentes en transmisión directa y cuenta con ocho capítulos. Además, consideran que el poder adquisitivo de los fanáticos radica en atraer primero al infante y luego al padre. “El niño no puede comprar una boleta que varía entre RD$300 y RD$500 para la Trinchera de Honor, pero sí el papá”, aclara Pérez.
Sin embargo, asegura que la lucha libre pasó de ser un deporte a un generador de multimedia. “La experiencia anima a los fanáticos a crear una colección de artículos promocionales, como ropa autografiada, réplicas de los personajes e incluso guardar los boletos”.
Séptimo arte
La época más importante para la lucha libre dominicana como deporte, fue a finales del 1970 y a principios de 1980, a cargo de la empresa “Dominicana de Espectáculos”, que se encargó de comercializar y transmitirlos en vivo, logrando de esta forma impulsarlo como deporte y convertirlo en un espectáculo de masas.
“Hay un antes y un después del surgimiento de Jack Veneno. Él fue un héroe de ficción en República Dominicana que no quiso internacionalizarse porque quiso quedarse en su tierra”, considera Feliciano. Su legado traspasó la frontera a través del Séptimo Arte.
El director Tabaré Blanchard dirige el filme “Veneno, primera caída: el relámpago de Jack” estrenado en 2018 en las salas cinematográficas dominicanas. El audiovisual contó con un presupuesto de RD$15 millones y recrea a Manny Pérez como Jack Veneno y Pepe Sierra como Relámpago Hernández.
Conforme datos de la DGCine, el audiovisual tuvo una recaudación de RD$15.2 millones por la asistencia de 63,036 personas.
Entretenimiento
La World Wrestling Entertainment (WWE) surgió con fines de ser una organización de lucha libre, pero se convirtió en un mundo de entretenimiento que genera millones de dólares. De acuerdo con datos de Statista, los ingresos globales de la WWE se situaron en los US$1,095.2 millones en el 2021, esto significa un % más que el 2020 (US$974.2) y US$ millones que el 2019, cuando las ganancias se situaron en los US$960.4 millones.
Además, de los US$1,095.2 millones, el 79.8% corresponde a ingresos en Norteamérica (US$873.6 millones) y el 20.2% en el resto del mundo, es decir, US$221.4 millones.