Hace unos días pasé por la intercepción de las carreteras que van al aeropuerto de Punta Cana y Cap Cana. Vi que ¡por fin! instalaron el semáforo de este peligroso y transcurrido cruce de dos vías tan vitales para el tránsito seguro en esa zona del país.
Cada vez que tenía que cruzar por ahí me hacía una pregunta que estoy seguro otros se hacían: ¿Por qué no había un semáforo en el cruce de Punta Cana y Cap Cana?
Y también había otras interrogantes: ¿Acaso no saben las autoridades y los empresarios de la zona lo delicado que este tema de la seguridad para los turistas? ¿Cuántos accidentes debieron ocurrir para que, de una vez y por todas, se decidieran a instalar este equipo regulador del tránsito que no sólo ofrece seguridad, sino que demuestra el interés que tiene el país por cuidar a todo el que transite por sus vías? No quisiera imaginar que algún interés mezquino, desidia, malentendido, falta de comunicación o debilidad de alguna institución del Estado haya sido la causante de que esta esquina estuviera tanto tiempo “como si a nadie le importara”.
La seguridad de los turistas debe estar por encima de cualquier situación. República Dominicana terminará este 2020 con aproximadamente 7.2 millones de turistas, según el Ministerio de Turismo, de los cuales más de un 65% pernotan en la zona Este del país. Esta información debería, por sí sola, ser una justificación más que suficiente para que esta esquina tan transitada tuviera ese semáforo desde el primer día en que se cruzaron estas dos carreteras.
Este tema de un semáforo parece un tema simple, pero en este caso no se trata de una intercepción a lo interno de un barrio o pueblo poco concurrido. Estamos hablando de una de las zonas de mayor importancia para la economía dominicana, por lo que dejaba mucho que desear que no hubiera un simple semáforo en esta esquina tan peligrosa.
No sé cuántos accidentes hubo en esta esquina. Ojalá ninguno haya sido de gravedad ni que hayan salido turistas lesionados. La seguridad en las carreteras también forma parte de la responsabilidad del país para con nuestros visitantes. De los empresarios también. Todos recordamos el accidente reciente en el que hubo fallecidos, justamente cerca de ahí, exponiendo a República Dominicana a una opinión pública internacional ávida de cualquier mala noticia para afectar el buen nombre que hemos ganado como destino turístico.
La información que manejo es que el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) había autorizado la instalación del semáforo, pero que por “razones extrañas” no se había podido instalar.
También recibí la confirmación de que fue el Grupo Cap cana que, con sus recursos, instaló el equipo, ya que con los años había pedido a las autoridades su instalación ante el aumento de constante de inversionistas y turistas hacia ese complejo de turismo inmobiliario. Y si fue Cap Cana, pues no me queda más que felicitar su decisión de aportar a la seguridad de todo el que transite por esa vía.