Es imposible imaginar una economía sin pymes. No importa que sea desarrollada o en vías de desarrollo, una sociedad siempre necesitará de las pequeñas y medianas empresas para existir.
Las grandes fábricas, por ejemplo, necesitan suplidores para sus cadenas de ensamblaje; también que les supla alimentos, combustibles, piezas para su flota de vehículos y talleres para el mantenimiento. También, es necesario contar con soportes externos para una serie de tareas, tales como uniformes, servicios de seguridad y otras necesidades que sólo se utilizan en ocasiones específicas.
En algo estamos de acuerdo: República Dominicana es una de las economías de mayor dinamismo en la región de América Latina, con un crecimiento promedio anual de 5.6% en la presente década, impulsado por actividades orientadas a la exportación, como la manufactura de zonas francas y el turismo.
Tal y como plantea un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las mipymes son un componente fundamental del tejido empresarial en América Latina. Esta importancia se manifiesta en varias dimensiones, como su participación en el número total de empresas y en la creación de empleo.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), las mipymes constituyen el 99% del tejido industrial de la región, generando así un porcentaje considerable de los empleos de las economías. La mayor parte son microempresas, representando un 88.4% del total.
Sin embargo, y esto sí que es penoso, su productividad es extremadamente baja en comparación con las grandes empresas. ¿A qué se debe? Probablemente a varios factores: falta de apoyo financiero con costos bajos, reducidos niveles educativos, improvisación, indiferencia de los Estados y, además, por desconocimiento de cómo encaminar una empresa al éxito.
Los datos más cercanos a la realidad indican que en República Dominicana existen casi 1.5 millones de mipymes, las cuales representan el 98% del total de empresas. Estas generan más de dos millones de empleos en la economía, un 54.4% de la población ocupada, aportando un significativo porcentaje al PIB de 38.6%.
Del total de micro, pequeñas y medianas empresas, el 50.98% están ubicadas en locales fijos, el 26.78% están en locales móviles, el 21.70% pertenece al sector agropecuario y tan solo el 0.55% pertenece al sector de pesca y minería, según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHogar-2013). Asimismo, las mujeres lideran el 51.3% de las microempresas del país.
Más del 83.3% de las mipymes está concentrada en la zona urbana y sólo 16.7% se localiza en la zona rural. En términos de sectores económicos, el 46.7% de estas empresas pertenecen al sector comercio, seguido por el sector servicios con un 38.4% y el sector de industrias con un 14.9%. Es oportuno reconocer el apoyo del Gobierno a las pymes al colocar RD$17,000 millones en financiamiento para 150,000 pequeñas empresas, con la finalidad de fortalecer sus operaciones.