Siguiendo en la línea del artículo anterior, debo decir, que debemos poner de nuestra parte para ir corrigiendo y mejorando el entorno de nuestras acciones en el mercado asegurador.
Tenemos muchos buenos profesionales que podrían influenciar en la vida sociopolítica para impulsar las acciones que mejorarían bastante los resultados del mercado. Pero no caerán del cielo, algún músculo tenemos que mover. De nada nos sirve nuestra sabiduría, si no es para gerenciar con responsabilidad.
Hemos reclamado siempre, que el seguro de vida no debe tener impuesto, y menos selectivo, como si fuera un artículo de lujo. Lo que actualmente le ingresa al Estado por este, es muy poco con relación a los beneficios que obtendría el país con quitar tan onerosa obligación. De hecho, el seguro no merece tener impuesto selectivo. Es una necesidad y prioridad para el sistema de propiedad privada en que vivimos. Es una prioridad para las grandes empresas, que requieren tenerlo para seguir aportando empleos y bienes de consumo y servicios a la hora de una catástrofe o pérdida particular como el incendio u otros.
Las primas para este año no superarán el 1% de las primas totales. En 2021 fueron apenas RD$348. Sin embargo, la suma de prima que se exporta en US$ a los países que no aplican impuestos al seguro de vida son superiores, dinero que podría estar como reservas, en inversiones en el país. Somos el país que menos invierte, después de Cuba, en la protección del futuro de los hijos, ni del ahorro, que son las funciones fundamentales del seguro de vida. ¿Verdad que no es difícil entenderlo?
Entiendo que no hemos hecho las diligencias suficientes y necesarias para lograr que los hacedores de leyes entiendan la situación. Como nos ha pasado con la DGII, que aún no exige el seguro de vehículo para dar el permiso de circulación. Siendo peor, ya que la ley 63-17 lo exige en su Art. 161, junto con la revisión técnica vehicular. Entiendo que no tenemos que hacer un levantamiento cívico para lograrlo. Solo debemos ser persistente e inteligente para saber cómo actuar, en qué momento y con quienes. Pero actuar, porque esperando cruzado de brazo, nada llega.
Los beneficios para el país de incrementar el seguro de vida, eliminando el impuesto selectivo son suficientes razones para hacerlo: Aumentaríamos el volumen de las reservas matemáticas, que deben invertirse en instrumentos financieros del país.
Los beneficios de estas inversiones generarían impuestos en mayor volumen que los actuales. Tendríamos los impuestos por los reaseguros cedidos. Impuestos sobre las comisiones de los corredores y agentes. E incentivaría a incrementar el número de agentes de seguros y sus ingresos. Sin hablar de ofrecer un mejor instrumento para asegurar el futuro de los hijos menores de aquellos padres que puedan tener un accidente o mueran por otras causas cubiertas mediante el seguro de vida.
Esperemos que la comisión creada para la modificación de la Ley 146, tome en cuenta nuestras sugerencias. Al igual que las autoridades responsables de la supervisión.
Pero también que los gremios que se favorecerían de tales decisiones no crean que con la pasividad que asumen los retos, van a conquistar el cielo. ¡Por favor!