Lisboa.– El Banco BPI portugués obtuvo unos beneficios de €365 millones en 2022, un 19% más que el año anterior, y propondrá distribuir a su accionista, el grupo español CaixaBank, un dividendo de €284 millones.
La entidad financiera señala que las cuentas del negocio en Portugal arrojaron un resultado positivo de €235 millones, un incremento del 31%, según un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa este viernes.
La actividad en Angola contribuyó con €96 millones y la de Mozambique, con €34 millones.
El margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- aumentó un 20%, hasta los €548 millones, debido al crecimiento de la cartera de crédito y la subida de las tasas de mercado.
Las comisiones aumentaron un 3%, a €296 millones.
Los depósitos de clientes se incrementaron un 5%, hasta superar los €30,300 millones, mientras que el crédito registró una subida del 6%, a €29,200 millones.
El producto bancario –equivalente a los ingresos de la entidad– se situó en €873 millones, un 14% más que en 2021.
En cuanto a la solvencia del banco, el “Common Equity Tier 1” se situó en el 14.8%, y el ratio de crédito dudoso está en el 2%.
Con estos resultados, el BPI propondrá distribuir a su accionista CaixaBank un dividendo de €284 millones, aseguró en una rueda de prensa el consejero delegado, João Pedro Oliveira e Costa.
Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero de 2017 a través de una opa, que dejó el 84.5% del capital en sus manos.
Desde entonces fue comprando el restante capital de la entidad lusa hasta hacerse en diciembre de 2018 con el 100% de las acciones del Banco BPI.