El déficit de la cuenta corriente mexicana creció un 63.52% en 2022 al pasar a US$13,423 millones frente a la cifra también negativa de US$8,209 millones de 2021, según reveló este viernes la balanza de pagos del Banco de México (Banxico).
Además, como proporción del producto interior bruto (PIB), en 2022 el déficit de la cuenta corriente se ubicó en 0.9%, mayor al de 0.6% de 2021.
Banxico expuso en su reporte que el déficit fue resultado de créditos por US$706,355 millones y de débitos por US$719,779 millones”.
“El saldo negativo de la cuenta corriente en 2022 se derivó de la combinación de un déficit en la balanza de bienes y servicios por US$41,460 millones, de un déficit en la balanza de ingreso primario por US$30,032 millones y de un superávit en la balanza de ingreso secundario por US$58,068 millones”, dijo.
El banco central también detalló que el fenómeno refleja el “importante aumento del déficit de la balanza de mercancías petroleras y la disminución del superávit de la balanza de mercancías no petroleras”.
Esto estuvo “parcialmente contrarrestado por el dinamismo que continuaron mostrando los ingresos por remesas y por viajes”.
Por otro lado, la balanza de capital mostró un déficit de US$72 millones, un 50% más que los US$48 millones de 2021.
Mientras que la cuenta financiera, que incluye préstamos y endeudamientos netos, tuvo un déficit de US$12,784 millones de, un 1,315% más que los US$903 millones del año anterior.
Los datos complementan el de la balanza comercial que se reveló en enero pasado, cuando se difundió que la economía mexicana tuvo un déficit comercial de US$26,421.2 millones en 2022, una cifra 141.5% mayor que el dato también negativo de US$10,939 millones de 2021.
La balanza de pagos refleja los pagos e ingresos por intercambios con el exterior de bienes, servicios, rentas y transferencias, y está considerada uno de los indicadores más amplios de un país.