En su discurso de rendición de cuentas, el presidente de la República, Luis Abinader, ofreció algunos datos que llaman poderosamente la atención sobre la relación comercial de las instituciones públicas con las mipymes. Señaló que, “según los contratos adjudicados en 2022, las mipymes alcanzaron adjudicaciones por un monto de más de RD$94,000 millones de pesos, representando una importante participación del 41% en el monto total adjudicado”.
Estas adjudicaciones se realizaron a través del portal transaccional de la Dirección General de Contrataciones Públicas, por lo que esta cifra se refiere a las pequeñas y medianas empresas formalizadas y al día en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), registradas como proveedoras del Estado.
De entrada, tanto el aumento en la formalización de estos pequeños y medianos negocios, como la formación con fines emprendedores, son buenas noticias. Abinader precisó que en 2022 se formalizaron 7,364 mipymes a través de la ventanilla única del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) y que se capacitaron más de 11,000 de estos negocios.
La inversión en el desarrollo de este sector es determinante, considerando que el 33.2% de los empleos registrados en la Tesorería de la Seguridad Social corresponden a mipymes, mientras que se estima que el 54.4% de la población ocupada está en empleos informales.
Sin embargo, para dimensionar un poco los datos, quizá convenga recordar cómo se clasifican las micro, pequeñas y medianas empresas en la República Dominicana.
Así, una microempresa es la que genera hasta nueve millones de pesos anuales con no más de 10 empleados. Luego, las pequeñas empresas tienen hasta 50 empleados y generan no más de RD$61,553,187 al año. Finalmente, las empresas medianas son las que tienen hasta 150 empleados y no superan los RD$230,254,516 en ventas brutas anuales.
Es importante precisar esto para poder preguntarse cuál es la participación de las microempresas en las adjudicaciones citadas en la rendición de cuentas y cuál es la estrategia para estimular el crecimiento entre ellas.
Dicho de forma más sencilla, aunque se mencionaron acciones y cifras que reflejan la inversión del gobierno actual en el desarrollo de estos negocios, aún se necesita mucha información sobre el comportamiento de estos comercios para tomar decisiones con mayor impacto. Estimo que en esa dirección irá el levantamiento que el Banco Central y el MICM harán con la Encuesta Nacional de Mipymes.
Mientras tanto, los números brutos son positivos, pero dejan la sensación de que el impacto del estímulo es menor de lo que se piensa, especialmente si se considera el alto grado de informalidad. Asimismo, el desarrollo de la pequeña y mediana empresa es clave para el dinamismo económico.
Una pregunta que queda por responder es cuáles son los sectores productivos que se están estimulando a través del impulso a las mipymes. Dicho de otra manera, hay buenas noticias, pero aún quedan muchas preguntas.