En medio de la inflación, los altos precios de los hidrocarburos, la paralización del comercio mundial y los efectos de una economía pospandemia, los empresarios lograron adaptarse a la incertidumbre económica.
Para el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, “el sector empresarial tuvo capacidad de adaptación ilimitada y los cambios de ciclos de transformación fueron oportunidades únicas para el desarrollo sostenible de las naciones de Iberoamérica”.
En los últimos tres años, la economía global se paralizó debido a la pandemia del covid-19 y luego presenció la guerra entre Rusia y Ucrania, crisis que provocaron consecuencias económicas y sociales.
El homólogo del presidente Luis Abinader dijo que Europa está en proceso de recuperación de manera resiliente y de ayudas de políticas públicas enfocadas en la aumentar la producción de bienes y servicios.
Destacó que los países están presentando un cambio geopolítico dominado progresivamente y económicamente por China. Durante su participación en el XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, el funcionario dijo que la inflación no es ajena para Portugal.
“La creación de nuevas políticas públicas para la energía, reducción de consumo y fijación de precios de gas permiten la diversificación energética de las naciones”, expresó.
Ante esta situación, el mandatario puso de ejemplo que el 60% de la energía en Portugal es renovable, lo que disminuye la dependencia con el gas de Rusia.
“Estos cuatro o cinco meses serán decisivos para nuestros países. La elecciones primarias en América Latina y las votaciones parlamentarias europeas son acciones donde hay que crear políticas públicas y rápidas para que el desarrollo sostenible sea posible en un contexto de posguerra”, explicó.
El crecimiento en Europa está lento, pero Portugal presenta un crecimiento de 6.7% en el 2022. Sin embargo, para Rebelo de Sousa, es esencial pensar en el futuro sostenible de la región Iberoamérica.