Si bien es positivo que el presidente Luis Abinader aproveche toda clase de escenarios para pedir a la comunidad internacional su intervención ante la situación de crisis social, política y económica que vive la vecina República de Haití, también debe tomar en cuenta que, como se trata de un problema de mucha incidencia para República Dominicana, se requiere mantener en constante implementación un plan interno de paliativo a los posibles efectos a nivel local.
Son muchos los anuncios que se hacen sobre planes de control y regulación migratoria que no aparentan estar dando resultados, ya sea porque no se implementan o porque su aplicación es parcial, con muchas brechas que no se corrigen, como el tráfico de indocumentados con complicidad y hasta organización de parte de dominicanos que tienen poder para hacerlo. El plan preventivo ante la crisis haitiana debe ser local y constante, independientemente de la gestión internacional.