El “motoconcho” es un servicio de transporte que inició de manera informal, pero con el paso de los años se ha hecho una necesidad que motivó a las autoridades oficiales a regularlo. Ahora están establecidos mediante rutas, organizados en sindicatos o a través de plataformas digitales como Uber Moto.
Por tratarse de un medio de transporte rápido y económico, aunque no tan seguro, es de gran demanda como forma de evitar los tapones, además de que ofrecen acceso a áreas donde no pueden entrar vehículos de cuatro ruedas, especialmente en sectores carenciados, donde los callejones abundan más que las calles y avenidas.
El presidente de la Federación Nacional de Motoconchistas (Fenamoto), Oscar Almánzar, define la labor de los motoconchistas y aclara que esa organización lleva más de dos décadas. Surge porque vieron la necesidad, el crecimiento y el futuro que tenía el oficio. “Nos dimos cuenta de la importancia que tiene el motoconcho como medio de transporte, porque donde no entra un carro, puede pasar un motor”, destaca.
El dirigente sindical explicó que el Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago y San Juan forman parte de las 27 provincias donde las paradas están formalizadas, son aproximadamente 2,500, con más de 44,000 motoconchistas registrados.
Cada parada se formaliza con la cantidad de miembros que pueden suplirla. “Si una parada tiene 20 miembros, ahí solo van a poder trabajar 20 motoconchistas”, declaró. Luego de hacer el levantamiento y organizar la parada no se pueden agregar más personas, aunque un dueño de ruta puede rentar o vender su posición. Los sindicatos o las paradas deben pagar mensualmente a la Federación RD$1,000, lo que indica que 2,500 paradas implican un ingreso mensual de RD$2,500,000 para esa organización.
En el 2022, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) registró 5,463,996 unidades de vehículos, 311,548 más que el 2021. De esa cantidad, 3,063,704son motocicletas, es decir, el 56% del total. El 19.9% son automóviles, 11.4% “yipetas” y el 12.7% corresponde a autobuses, vehículos de carga y otros.
El 21% de las motocicletas están registradas en el Distrito Nacional, seguido del 17.7% en la provincia Santo Domingo y el 8.7% en Santiago de los Caballeros. Pero no todas las motocicletas registradas están en circulación. De hecho, en la actualidad, la base del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) tiene 900,000 conductores en el Registro Nacional de Motocicletas, según informó el director de Comunicaciones de la institución, Dary Terrero.
Parada
“¿Usted va?”, pregunta un motoconchista a una mujer que pasaba por la acera en la avenida Winston Churchill esquina Francisco Prats Ramírez, que es donde está ubicada la parada “La Unión”. El presidente de esa parada, Wilson Medina, declaró a elDinero que se inició en 2018 cuando se manejaban por la plataforma digital Uber. Cuenta que al ver la alta demanda de los pasajeros que transitaban esta zona, se empezaron a organizar con Fenamoto y el Intrant para formalizar la ruta.
Motoconchistas consultados coinciden en que el día que económicamente mejor les va pueden generar RD$1,800 y sus horarios son desde las 6:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche. Esto equivale a alrededor de RD$46,000 mensuales, asumiendo que se tomen un día a la semana libre. No obstante, el día que menos ingresos obtienen está en RD$800, lo que significa poquito más deRD$21,000 mensuales, con lo que el promedio de ingresos podría oscilar entre RD$33,000 y 35,000 cada mes. De estos ingresos destinan entre RD$200 a RD$400 diarios para combustible, además de la cuota al sindicato.
Los viernes de cada semana, el que está en la ruta como “alquilado” debe pagar una cuota de RD$1,300 al dueño. La Unión, que está ubicada en la avenida Churchill esquina Francisco Prats Ramírez, cuenta con 55 motoristas, quienes se identifican con chalecos para mostrar a sus clientes que son regulados.
Retos
Uno de los principales problemas que enfrentan se da cuando las autoridades gubernamentales implementan operativos y los detienen. “Sabemos que la mayoría de asaltos del país se hacen en motores, pero no todos son motoconchistas. Siempre buscan a la presa más fácil, que son los que trabajan o salen a dar servicio”, afirma Almánzar.
Jhonny Astrel es uno de los que ofrece sus servicios en La Unión. Indica que uno de los retos que tienen los motoconchistas es el de la delincuencia. Explica que fue víctima de esta situación en donde lo despojaron de su herramienta de trabajo y tuvo que solicitarle prestado a unos amigos RD$15,000 para poder comprar otro motor y así dar el sustento a sus cuatro hijos.
Mercado
Cada día la tecnología está avanzando por lo que muchos negocios se han visto en la obligación de adaptarse al mundo que tiene tanta demanda.
A pesar de la competencia que tienen con las diversas plataformas digitales, utilizan estrategias para que sus clientes prefieran sus servicios. Una de las tácticas que emplean es cobrar menos y ganarse la confianza de sus pasajeros, lo que hace que se sientan cercanos con el motoconchista.
El viernes 19 de mayo a las 5:00 de la tarde, un horario de alto tránsito, reporteros de elDinero realizaron un ejercicio comparativo de precios de los motoconchistas en paradas y del servicio de Uber Moto.
Desde la calle Francisco Prats Ramírez hasta la Ángel Severo Cabral, por la avenida Churchill, el motoconcho cobra RD$50 y en la aplicación se debe pagar RD$77.7, para una diferencia de RD$27.7
Otro ejemplo es la ruta que va desde la Francisco Prats Ramírez esquina Churchill hasta la estación del Metro Ulises Francisco Espaillat en la esquina con John F. Kennedy, que cuesta RD$70 y en plataforma digital el precio es RD$159.01. Los montos de estas plataformas o aplicaciones suelen variar dependiendo de diversos factores como el horario, la alta demanda, la distancia o situaciones del clima (si está lloviendo).
El presidente de Fenamoto, sobre la competencia, afirma que están desarrollando un proyecto para crear una aplicación e integrarse a este mercado digital. Este nuevo plan estaría disponible para el público entre junio y agosto de este año, pero todavía se está esperando la aprobación.