Siempre que me pregunto, que como donde y cuando, las autoridades responden, quizás, quizás tengan algún día la voluntad de que los accidentes de tránsito le rompan el corazón, a los responsables de diseñar políticas, estrategias para reducir la maldita violaciones, imprudencias e irrespetos que los conductores salvajes del corazón violento de los dominicanos sean sometidos y sancionados para reducir la desgracia mas latente y constante de nuestra sociedad.
La pandemia del COVID19, recibió la atención de todos y las inversiones necesarias del Estado para evitar una tragedia mayor. ¿Porque los accidentes de tránsito no concitan la atención de la clase política, de los lideres empresariales, de la sociedad en conjunto para buscarle una salida a una situación que deja más muertes y dolor que los que dejo el COVID19? Y yo me contestaria con que la sociedad no tiene respeto ni de si misma.
El respeto al derecho ajeno es un pilar fundamental de la democracia y el estado de derecho. En una sociedad democrática, todos los individuos tienen derechos y libertades que deben ser respetados y protegidos. Al respetar los derechos de los demás, se fortalece el sistema democrático y se garantiza que las leyes sean aplicadas de manera justa y equitativa para todos.
Nos estamos faltando el respeto, porque no cumplimos con las leyes, ni motivamos ni exigimos a nadie cumplirla, y es lo que esta convirtiendo las calles y hasta los hogares en una selva, pero no de animales, ellos cumplen sus leyes naturales, de hombres y mujeres malvados y desalmados por tal de perseguir y conseguir los deseos e intereses individuales.
Hay tan poca autoridad, que tenemos una ley de tránsito, la 63-17, y ni siquiera la DGII, el INTRANT, Los ayuntamientos, han sido capaces de aplicarla en lo mínimo, y todo porque los que están sufriendo las consecuencias son los hogares mas humildes, los pobres, los que viven en barrios como el caso de los motoristas y el suceso de Hato Mayor con los estudiantes accidentados.
Cuando la sociedad en conjunto asuma el deber de respetar los derechos, la vida de los demás, comenzaremos a ser mejor sociedad. Es simple, es que todos, comenzando por las autoridades que hemos elegidos, asuman su responsabilidad de aplicar las leyes, y comenzar a sancionar, a someter a todos los delincuentes que andan invadiendo los derechos de los ciudadanos en las calles, avenidas y carreteras del país, porque de lo contrario, cada semana tendremos una desgracia como la de Hato Mayor.
Los dominicanos, no tenemos respeto ni por sus hijos cuando en hora escolar, no asumimos el cuidado debido para proteger los niños caminando a las escuelas, transitando en autobuses, vehículos y motores, como lo hacen otras naciones civilizadas. Tenemos que identificar, señalar las zonas escolares, los vehículos escolares. Y seria bueno comenzar a imponer ese respeto, porque será más fácil que todos entendamos que el respeto al derecho de los demás es la paz y facilita el progreso.