La baja calidad en el sistema de la enseñanza preuniversitaria de República Dominicana no solo constituye un obstáculo en la lucha contra la pobreza y desigualdad social, sino que también afecta el nivel de competitividad y desarrollo económico del país y sus ciudadanos, aseguró Darwin Caraballo, director ejecutivo de Acción Empresarial por la Educación (Educa).
Detalló que los países se miden en términos de productividad y competitividad a través del índice de competitividad global del Foro Económico Mundial (WEF, siglas en inglés), el cual funciona como un indicador para motivar la inversión extranjera directa (IED). En el caso de República Dominicana, dijo que pese a tener un desempeño destacado en varios renglones como infraestructura y capacidad de sus puertos y aeropuertos, en educación es deficiente.
En 2013, luego de 15 años de la aprobación de la Ley General de Educación, se cumplió un clamor unánime de la sociedad: designar el 4% del producto interno bruto (PIB) a la educación. Sin embargo, 10 años después esos cuantiosos recursos no han repercutido en la mejoría de la calidad educativa.
Caraballo sostuvo que cuando se analiza el reciente índice de competitividad global, uno de los indicadores que peor desempeño tiene el país es la calidad de la enseñanza en matemáticas, por lo que se convierte en un lastre para el avance local.
“Por eso, cuando se observa que los estudiantes dominicanos tienen un magro desempeño en lectura y, sobre todo, en matemática, no es solamente una cuestión de cultura, sino que también tiene un efecto directo sobre los niveles de prosperidad de toda la sociedad, porque si esas inversiones nos llegan, el nivel de empleo no crece, salarios no mejoran y, por tanto, la prosperidad se dilata”, recalcó Caraballo a elDinero.