Oficialmente República Dominicana entró en la temporada ciclónica, que cada año, durante los meses comprendidos desde junio a noviembre, propicia el incremento de lluvias, tormentas tropicales y huracanes.
El boletín de estadísticas ambientales, elaborado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), detalla que estos eventos naturales suponen que distintas zonas vulnerables del país sean afectadas por deslizamientos de tierra e inundaciones. Como resultado, tanto la sociedad como la economía local se ven impactados.
De acuerdo con los informes estadísticos de la Defensa Civil, entre 2017 y 2022 se registró un total de 79,182 personas desplazadas y 35,438 albergadas. En ese periodo, 31,776 viviendas resultaron afectadas entre anegadas (25,787), parcialmente deterioradas (5,075) y totalmente destruidas (914).
En 2017 fue el año en que se registró el mayor número de personas afectadas, entre las 67,391 desplazadas y las 33,315 albergadas. El informe detalla que se debió, principalmente, al paso de los fenómenos atmosféricos Irma y María, los cuales azotaron al país en septiembre de ese año.
Esos eventos climáticos, catalogados como ciclones tropicales catastróficos, provocaron inundaciones que afectaron aproximadamente a un total de 20,224 viviendas. Asimismo, provocaron la destrucción parcial de 4,776 viviendas, mientras otras 646 quedaron totalmente inhabitables.
Los huracanes, no solo provocan pérdidas humanas, sino que han generado daños estimados en RD$8,702.4 millones, que representó el 1.6% del gasto público, asimismo, en el 2022, el huracán Fiona dejó pérdidas económicas directas estimadas en US$381.74, los cuales representaron aproximadamente 0.3% del producto interno bruto en ambos años, según el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
Según datos de Defensa Civil, en 2019, las provincias más afectadas por inundaciones fueron San Pedro de Macorís, Valverde, La Vega, Samaná, Santiago y Montecristi, producto de la acumulación de precipitaciones y el desbordamiento de ríos, cañadas, lagunas y canales de riego.
El informe de la ONE destaca que las zonas vulnerables a inundaciones dependen de las características geológicas del terreno y los sistemas de drenaje. “En el caso de Montecristi, aunque las precipitaciones en el año no son consideradas elevadas, esta provincia suele ser afectada por inundaciones causadas, principalmente, por el desbordamiento de los ríos Yaque del Norte, Chacuey y Maguaca”, detallan.