El crecimiento agrícola constituye un medio importante para el desarrollo a nivel mundial, impulsar la prosperidad y alimentar a una población que, según estima la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), llegará a los 9,700 millones en el 2050.
Sin embargo, ese desarrollo impulsado por la agricultura enfrenta múltiples desafíos, desde las alteraciones relacionadas con covid-19, fenómenos meteorológicos extremos y las tensiones geopolíticas, están generando un aumento en el precio de los alimentos.
El informe “Perspectivas agrícolas 2023-2032”, elaborado por la FAO junto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), prevé que la producción agrícola seguirá aumentando en los próximos 10 años, pero a un ritmo más lento que en la década anterior, debido a tendencias demográficas.
Refiere que el precio de insumos agrícolas clave ha aumentado significativamente en los últimos dos años, por lo que calcula que de cada aumento del 10% en los precios de los fertilizantes se genera un incremento del 2% en el costo de los alimentos. Esta carga recae sobre las personas de menor ingreso que gastan la mayor parte de su presupuesto en alimentos, por esto destacan la importancia de políticas que garanticen mayor eficiencia.
Productos básicos
El pronóstico de la organización considera que la demanda de crecimiento en la producción de cereales disminuya, en parte porque el consumo per cápita de los cereales está alcanzando niveles de saturación en muchos países.
Para el 2032, se estima que el 41% de todos los cereales serán consumidos directamente por los seres humanos, el 37% se utilizará para la alimentación animal y los otros usos industriales representarán el resto.
Por su lado, el crecimiento mundial del azúcar será impulsado por África y Asía, y considera que la demanda aumente en áreas donde el nivel de consumo per cápita es bajo en la actualidad. Por el contrario, se prevé que el consumo siga disminuyendo en los países de ingresos altos.
El consumo medio de carne individual en el mundo podrá aumentar un 0.1% anual, impulsado, por los países de ingresos medios y bajos. En los países de mayor poder adquisitivo se espera que los niveles de consumo per cápita disminuyan en la última década, liderados por caídas en Europa occidental y América del Norte.
Clima
Pese a un incremento previsto de 12.8% en la producción agrícola hasta el 2032, las emisiones de gases generadas por la agricultura aumentarán sólo un 7.6%, un aumento menor al de los últimos 10 años, lo que significa una caída significativa en la intensidad de carbono en la producción agrícola. Sin embargo, el sector ganadero podría representar el 86% del aumento de las emisiones.
La entidad proyecta una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector en América del Norte y un aumento en África a medida que aumente la producción agrícola y ganadera. Con respecto a América Latina, las emisiones seguirán siendo más altas que la participación de la región en la producción mundial.