“¡Ay, mira, ese niño es bizco!” Esta es una de las frases más frecuentes y que se tornan en bullying cuando se refieren a un infante que tiene estrabismo, que es una pérdida del paralelismo ocular donde la persona tiene una desviación de la mirada hacia la posición que no corresponde al ojo, lo que dificulta la visión si no se toman medidas preventivas.
Las presidentes de la Sociedad Dominicana de Oftalmología (SDO), doctora Niurka Leonor, y del Consejo Dominicano de Estrabismo y Oftalmología Pediátrica (Codesop), la especialista Claudia Rodríguez, coinciden en afirmar que a nivel global la incidencia del estrabismo se encuentra entre el 2% y 6% de la población en edad pediátrica.
Cada caso, sin embargo, tiene sus particularidades. Adrián Gutiérrez, quien fue diagnosticado desde los dos años, es parte del porcentaje de niños que nacen con estrabismo. “Lloré mucho y me sentía impotente cada vez que me decían. El niño no ha mejorado, no está viendo y puede quedar ciego”, cuenta su madre Julissa Ureña, quien expresa que tuvo que renunciar a su trabajo para mantener la salud de su vástago.
Una de sus principales causas es la ambliopía, también conocida como ojo perezoso. Es un tipo de visión deficiente que se presenta en un ojo. La estrabóloga pediátrica Milka Núñez explica que el estrabismo puede desarrollarse por diferentes factores.
Las causas más comunes, dice, son la herencia y la anatomía de la órbita, así como la posición donde le corresponde estar a cada anexo de los músculos del globo ocular, lo cual puede provocar alteración.
Otra razón es por defectos de lentes, donde al niño se le dificulta la visión producto de una hipermetropía o una miopía, por tanto, se ve obligado a hacer un esfuerzo para conseguirla, acción que puede desencadenar la desviación ocular.
En ese sentido, otro factor puede ser ambiental, pues las personas que están sometidas a espacios de poca iluminación y el uso de pantallas pueden padecer estrabismo.
Incidencia
Cerca de 1,300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual a nivel global, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis) estima que 1,003,646 personas tienen alguna discapacidad. De esta cantidad, 268,594 dominicanos tienen discapacidad visual. Los datos indican que 149,659 son mujeres y 118,935 hombres. Las estadísticas no especifican cuántos tienen problemas de estrabismo.
La mayor incidencia es en la región metropolitana con 110,051 personas, seguida de Valdesia y del Yuma con 32,433 y 24,569, respectivamente. En cuanto a la menor, se presenta en Enriquillo (6,855), El Valle (7,385) y Cibao noroeste (13,063).
La estrabóloga pediátrica Nadia Devares sostiene que el estrabismo es más frecuente por vía congénita en niños. Issaura Belliard, de siete años, es una infante que presenta la condición ocular. Su madre Eduviges Severino refiere que un día llegó de su trabajo y encontró a su hija con el ojo derecho escondido, al punto que prácticamente solo se le veía la parte blanca. De esta manera, se dio cuenta de la patología de su vástago. “A la niña le hacen bullying. A pesar de su corta edad ella sabe cómo manejarlo”, afirma.
En 2022 nacieron 114,045 bebés, de acuerdo con el Servicio Nacional de Salud (SNS) en los hospitales del sector público. Si el 2% de los nacidos vivos pueden padecer de estrabismo, significa que entre 2,281 y 6,843 pudieron haber nacido con esta condición.
Las presidentes de SDO y Codesop, Leonor y Rodríguez, indican que la condición ocular no siempre está presente en recién nacidos debido a la inmadurez de su sistema nervioso, “para esta edad se ha podido observar estrabismo en apenas 0.5% de la población”. Además, explican que en la endotropía infantil, que se presenta en los primeros seis meses de vida, tiene una prevalencia de 25 por cada 100,000 recién nacidos.
Especialistas exponen que el ojo que se mantiene la mayor parte del tiempo desviado no aprende a ver, por tanto, el cerebro crea mecanismos para bloquear ese desarrollo. Y es que, le molesta la imagen que está recibiendo, provocando incomodidad y prefiere bloquearlo.
“Lo más difícil de esto es la visión. Es como una escuelita en donde el niño tiene que aprender a ver y esto se consigue desde el nacimiento hasta los seis años”, refiere la doctora Milka Núñez, al tiempo que agrega que mientras más pronto su diagnóstico más fácil será el desarrollo de la visión.

Las galenas Núñez y Devares concuerdan en que a nivel público pueden consultar siete niños cada semana con estrabismo, lo que puede ascender a 28 pacientes al mes. Si se contabiliza al año, serían 336 infantes.
El SNS establece que se realizaron 88,465 consultas externas de oftalmología durante enero-julio del 2023. De esta cifra, 52,793 fueron mujeres y 35,672 hombres. Mientras que, en 2022, en igual período, fueron 80,571 visitas médicas, es decir, 9.7% más.
Costos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la discapacidad visual supone una importante carga económica a nivel global, ya que se calcula que los costos anuales por pérdida de productividad asociada a deficiencias visuales ascienden a US$411,000 millones.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONE), los dominicanos gastan en promedio RD$2,596 mensuales en bienes y servicios de salud, lo que significa un gasto de RD$31,152 al año.
El monto varía dependiendo de la zona, en la urbana es de RD$2,707.8, un 27.9% menos que el gasto de RD$2,116 en la rural.
Al desglosar los datos, el 21.5% del egreso se destina a los servicios de hospital, 31% a servicios para pacientes externos y 47.5% a productos, artefactos y equipos médicos.
El tratamiento de estrabismo va a depender del tipo que presente el paciente. Si se trata de exotropía, el más incidente en la actualidad, se maneja con lentes correctivos. Estos se utilizan con mayor frecuencia en niños menores de seis años, ya que su condición ocular podría desaparecer. Otros métodos son los parches o las cirugías.
De acuerdo con Ureña, la madre de Adrián, el primero de estos tratamientos los compraba por RD$400 una caja de 20 unidades, lo que suponía un gasto de RD$800 mensuales.
El costo del procedimiento privado ronda entre RD$80,000 y RD$120,000, según los especialistas consultados por elDinero. Además, afirman que las administradoras de riesgos de salud (ARS) cubren una parte de la cirugía y la diferencia oscila entre RD$15,000 y RD$50,000.
En tanto, el SNS registra que de enero a julio de 2023 se realizaron 7,613 cirugías de oftalmología, mientras que, en 2022, igual período, fueron 6,561. Esta cifra significa un aumento de un 16%.
Ureña refiere que recurrió a un préstamo para pagar la implicación económica que conlleva la cirugía. Señala que pagó los estudios y examenes que le indicaron al niño, porque el resto la doctora Milka Núñez lo asumió.
“Me estaba volviendo loca porque no tenía dinero para pagar ni siquiera consulta médica y me sentía desesperada porque no veía avance con el niño, pero la doctora me ayudó con el costo de la cirugía”, explica. Agrega que solo pagó RD$4,000 por la anestesia. Tiempo después del procedimiento compró los lentes correctivos y el precio que pagó por los últimos cristales fue de RD$3,500.
Recomendaciones
Las presidentes de la Sociedad Dominicana de Oftalmología, doctora Niurka Leonor y la del Consejo Dominicano de Estrabismo y Oftalmología Pediátrica (Codesop), doctora Claudia Rodríguez, indica que si el paciente no es diagnosticado y tratado a edad temprana, se afecta el desarrollo de la agudeza visual, la binocularidad, la percepción de la distancia y profundidad, llegando a presentarse ambliopía u ojo vago, que de no ser tratado conlleva a una disminución permanente de la agudeza visual, pero no lleva a la ceguera. Puede presentarse que un paciente ciego desarrolle estrabismo como consecuencia de la pérdida de visión.
Por este motivo, las galenas recomiendan a la población infantil dominicana a que los padres realicen evaluaciones oftalmológicas al mes de nacimiento y hacer visitas periódicas por lo menos anual.
Explican que, si el paciente manifiesta visión borrosa, arruga los ojos, se acerca a la pizarra o la televisión para ver o si tiene dificultad de lectura y escritura se deben evaluar.
Además, señalan que si hay historia de trauma, enfermedades sistémicas o historial familiar de afectaciones oculares el paciente debe ir a consulta.
En ese orden, sugieren que se debe prestar atención si el infante refiere disminución de la percepción del color o súbita de agudeza visual.
Clasificación
La oftalmóloga pediátrica y especialista en estrabismo Milka Núñez explica que los principales tipos de estrabismo que existen son el convergente o la endotropía, que ocurre cuando la mirada se desvía hacia adentro.
La exotropía o divergente se da cuando los ojos se desvían hacia afuera.
Además, se encuentra el tipo de estrabismo vertical, el cual se clasifica en la hipertrofía, en el que uno o los dos ojos se desvían hacia arriba, y la hipotrofía cuando la mirada se dirige hacia abajo.
De acuerdo con las doctoras Niurka Leonor y Claudia Rodríguez, las causas más comunes se dan por desequilibrio en control cerebral de la alineación ocular, defecto refracción no corregido (sobre todo hipermetropía), parálisis de músculos extraoculares debido a otras enfermedades sistémicas: diabetes mellitus y enfermedad cerebral vascular.
Además, estrabismo asociado a síndromes de Down, Crouzon o Brown. También por opacidades de medios: leucoma corneal o catarata y por tumores intraoculares como el retinoblastoma.