El presidente Luis Abinader aclaró esta semana que el Gobierno es transparente en la publicación de las estadísticas sobre los casos de dengue y que alterar las cifras sería deshonesto e inaceptable.
Tiene razón el mandatario. Es muy probable que las estadísticas sobre el dengue no estén “maquilladas” ni alteradas, pero sí es posible que estén limitadas, es decir, que falten datos, que haya un registro no publicado. Eso no es exclusivo de esta gestión, sino desde siempre, pues el sistema de salud pública parece no tener los mecanismos para cuantificar la cantidad exacta de casos de dengue en los hospitales públicos y en las clínicas privadas.
Pero ya sean más casos de los que se han presentado, tal como dijo el mandatario, lo ideal es que ni una sola persona muera por este virus y que se tomen las medidas correctas para controlarlo. En todo caso, los casos que se presentan cada año no benefician a nadie y ningún ciudadano lo desea.