No sé dónde queda Baltimore, Estados Unidos, y menos la existencia del puente Francisco Scott Key, que colisionó por el barco Deli con bandera de Singapur cargado de contenedores, en una de sus columnas principales, el 26 de marzo pasado, ocasionando su caída. Un derrumbe con pérdidas humanas y económicas que hace que el suceso se haga viral, sobre todo, en los mercados que están involucrados y sus relacionados.
Hemos indicado muchas veces que los accidentes cada vez serán más frecuentes y más severos por muchas razones que parecen ser un defecto humano sobre el hecho de que somos más, produciendo mucho más operaciones en un espacio que se achica de tantas existencia de muebles que requerimos para hacernos la vida más fácil y cómoda.
La pregunta clave ahora es: ¿quién pagará las pérdidas? Ya conocemos los costos, las causas y los responsables ,y lo primero que resalta en un simple análisis es que van a pagar las aseguradoras. No importa que el presidente Biden haya prometido reconstruir el puente, alguien pagará los daños ocasionados por la colisión del barco Deli contra el puente de Baltimore.
Son muchos y variados los riesgos que tiene un barco flotando en el mar cargado de personal y mercancías de un puerto a otro. Están los fenómenos de la naturaleza y los riesgos puro de manipulación de la carga y el transporte como los del mismo barco y su proceso en sus operaciones lo que requieren una administración de los riesgos que determinarán cuáles se asumen y cuáles se transfieren a una póliza de seguros porque no lo podemos eliminar y sus consecuencias resultan fatales y costosas.
En el caso del derrumbe del puente tenemos que tomar en cuenta como ocurrió el evento. Si hubiese sido un ciclón u otro fenómeno de la naturaleza no tuviéramos ninguna duda al respecto. La carga cuenta con seguro y el barco también y de acuerdo a sus contratos las aseguradoras pagan las pérdidas pero en esta ocasión el barco se movía sin que la mano de Dios interviniera, más bien el descuido o negligencia del hombre, por lo que debemos establecer responsabilidades para que se asuman los costos de la indemnización donde no solo está la pérdida del puente o de terceros, está el barco, la carga y el impedimento de las operaciones del entorno que también producen pérdidas a terceros.
Si las aseguradoras pagan, podrán subrogarse el derecho de demandar al responsable, teniendo a la vista al capitán, el armador o a la empresa constructora o de mantenimiento del barco por los defectos de propulsión.
Si las cosas se complican y no tienen clara la responsabilidad, se va a un arbitraje internacional, donde participan todos con un tercero interventor, y determinan quién o quienes pagarán.
A veces tenemos una propiedad o bien y nos enfocamos en las pérdidas que nos ocasiona tener un seguro; pero somos responsables de los daños a terceros que podríamos ocasionar con nuestros operaciones o errores más allá de nuestras posibilidades de solventar lo que estaríamos en la obligación de responder, o vernos frente a un conflicto de demanda por daños y perjuicios.