La banca latinoamericana se enfrenta a grandes retos en el nuevo entorno de negocios global, y los responsables y gestores de los temas de la tecnología de múltiples instituciones se encuentran frente a un reto de inmenso calado.
Así se expresó, aseguró Giorgio Trettenero Castro, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) en la apertura del XVI Congreso del Comité Latinoamericano de Automatización Bancaria (CLAB), celebrado esta semana en Lima, Perú.
De acuerdo con el alto dirigente bancario, la banca regional debe apostar por la innovación, como forma de enfrentar un ambiente macroeconómico difícil, y cada vez más competitivo, especialmente ante el desafío que representan nuevas empresas capaces de tomar importantes cuotas del mercado de créditos.
“Enfrentamos una baja de ingresos y un incremento de los costos tanto regulatorios”, afirmó Trettenero, dirigiéndose a esos gestores del área tecnológica. “Ustedes atienden a nuestros clientes ofreciendo soluciones de última generación, llenas de creatividad e innovación, que necesariamente generen eficiencia, ahorros y mayor competitividad a nuestro sector bancario. Ahora ustedes tienen la gran oportunidad de demostrar a la banca y a la sociedad, toda su capacidad para agregar valor en este importante proceso de digitalización y automatización en la industria”.
La colocación de crédito y la captación se han convertido en tareas titánicas para la banca, dijo. “Esto en especial en países donde las tasas de interés de intervención de política monetaria en los mercados financieros son negativas o muy cercanas a cero”, explicó.
A juicio de Trettenero, a ese ambiente macroeconómico se agrega el endurecimiento continuo de la regulación y supervisión financiera en materia liquidez, y sobre todo capital entre otros. “Sumado a esta presión, están todos los costos que una organización tiene que incurrir por temas relacionados con la lucha y prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo. De acuerdo con la firma KPMG los costos económicos de la lucha contra este mal de nuestro tiempo, han crecido en casi el 50% en promedio anual entre el año 2001 y el 2014”, expresó.
“En un escenario de esta naturaleza, las opciones a veces son limitadas, y lo que está claro es que los administradores tienen que considerar con mucha seriedad la posibilidad de la disminución de gastos y costos para compensar estas alzas de costos regulatorios y de cumplimiento y mantener su última línea de resultados”, dijo.
De acuerdo Trettenero, la banca regional se halla frente a una nueva generación de negocios que cambiarán la productividad, recompondrán el empleo y definirán nuevas necesidades de capacitación. También impondrán nuevos desafíos a todos los negocios. “La banca no es la excepción a esta tendencia y por ende, tendremos que seguir pensando y reformulando de qué forma nuestro modelo de negocio puede seguir siendo competitivo para un público cada vez más exigente y cercano al mundo digital”.
Trettenero dijo, además, que “un reto adicional que surge en este contexto, tiene que ver con que gracias a la tecnología, en el mundo industrializado, han aparecido competidores en el mundo de la intermediación financiera que ofrecen crédito y a veces captan recursos del público, las empresas Fintech”.
“De acuerdo con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, las Fintech hoy están en el campo de la banca de consumo y personal. Sin embargo, no se descarta que hacia el futuro las mismas puedan atacar otros segmentos de negocio como lo son las micro, pequeñas y medianas empresas. Según el informe de investigación The Future of Finance, elaborado por el banco Goldman Sachs, la banca en Estados Unidos puede perder entre el 7 y el 10% de sus utilidades por el efecto de las Fintech”, dijo.
“Si bien la banca apoya y cree que la tecnología es una herramienta fundamental para el progreso moderno, también hay que decir que si las FINTECH o cualquier otro actor entra en el negocio del crédito, es necesario que exista un tratamiento equitativo frente a las normas, las habilidades y las exigencias que la ley hace, para quienes están presentes en esta industria. Esto para no comprometer el buen manejo de los recursos del público, las variables que intervienen en la ecuación de la estabilidad financiera y el papel que cumple el crédito en las economías de libre mercado al financiar aquellos proyectos de inversión y consumo que son viables y rentables”, dijo.
“Por nuestro lado, la banca debe hacer una rigurosa y estricta tarea para adecuar su modelo de negocio a las actividades consonantes con los retos actuales. Algunos estudiosos mencionan que el banco moderno debe innovar, creando centralización en modelos de negocios y Productos Finales, donde existan: a) Organización colaborativa; b) más agilidad; c) Apertura a nuevas posibilidades digitales; d) Comunicación en colaboración en línea con los clientes. Todo esto implica que las áreas a las que muchos de ustedes pertenecen necesariamente deben estar en mayor interacción con toda la organización, con énfasis en las áreas de relación con el cliente, comerciales y de producto”, manifestó.