[dropcap]L[/dropcap]os nuevos avances en las tecnologías de pagos apuntan a la masificación de alternativas que, hasta el momento, son utilizadas por unos pocos. Y es que ya existe la posibilidad de realizar transacciones para adquirir bienes y servicios por medio de una pulsera, anillo o reloj, una realidad que se espera en unos años en República Dominicana.
Ernesto Cervantes, director de Productos de Consumo de Visa, explicó a elDinero que se puede esperar la masificación de este tipo de medios de pago asociados a una cuenta bancaria, con el fin de aumentar la seguridad de las transacciones, no solo para los tarjetahabientes, sino para las entidades de intermediación.
“Todo eso vamos buscando poder traerlo eventualmente, desarrollar la infraestructura en conjunto con nuestros demás socios comerciales, con las demás alianzas estratégicas y los demás jugadores en la industria financiera y de pagos dentro de República Dominicana”, aseguró.
La aplicación de este tipo de tecnologías en América Latina no está muy lejos. Visa, como patrocinador de los Juegos Olímpicos de Río, entregó 4,000 pulseras y anillos a atletas y líderes de opinión asociadas a cuentas con el banco Bradesco. Estos dispositivos siguen funcionando, igual que muchos consumidores utilizan los suyos en Estados Unidos y Europa.
Pero para introducir y masificar este tipo de herramientas de pago en el mercado local, se requiere de la creación de la infraestructura a disposición de los diferentes actores que intervienen en el proceso.
“Son muchas partes, muchas fases. Desde proveedores de tecnología, como los mismas fabricantes de teléfonos móviles, su aplicaciones, los bancos. Es necesario que exista la infraestructura en los comercios para poder recibir esos pagos y todo lo que sería programación y codificación para que todas estas partes estén entrelazadas para poder llevar un pago A en la terminal donde se hace hasta el banco, que es el que tiene que aprobar. Son demasiadas partes”, agrega Cervantes.
República Dominicana ha dado pasos en esta dirección. Recientemente el Grupo Popular presentó sus tarjetas con tecnología “Near Field Communication” (NFC), que permite realizar pagos con solo acercar las tarjetas a los dispositivos de cobro. La intención, según explicaron, es aumentar los niveles de seguridad y rapidez a la hora de realizar una transacción.
De esta manera, República Dominicana se coloca como el segundo país del Caribe en implementar esta tecnología, luego de Puerto Rico.
El grupo financiero prevé habilitar con esta tecnología a sus cerca de 18,000 dispositivos de cobros Azul disponibles en establecimientos comerciales de todo el país.
Hasta el momento, existen 2,500 terminales de cobros hábiles para recibir pagos sin la necesidad de contacto. Los clientes del grupo ya tienen acceso a estas tarjetas mediante la apertura de una cuenta en la filial Popular Bank, que opera en República Dominicana y Panamá, y esperan extender el producto al Banco Popular.
Informalidad
Igual que el resto de América Latina, República Dominicana tiene altos niveles de informalidad, lo cual implica, a su vez, elevados niveles de transacciones en efectivos.
Cervantes considera que, más que una dificultad, esta situación representa una oportunidad, de poder atraer esa economía que se desenvuelve en efectivo a la “tecnificación de los pagos”.
“Hemos visto con diferentes estudios que el poder convertir esos pagos en efectivo a monedas digitales promueve el crecimiento de la economía. Además ayuda a los gobiernos a formalizar y rastrear el movimiento del efectivo”, resaltó Ernesto Cervantes, director de Productos de Consumo de Visa. De ahí la importancia regional del mercado local.