[dropcap]E[/dropcap]l Gobierno dominicano acaba de presentar un proyecto de Presupuesto de Ingresos y Gastos por un monto de RD$711,399.3 millones para su ejecución el próximo año 2017. Pero como en todos los presupuestos anteriores, el Gobierno debe contemplar grandes partidas para cubrir su déficit operativo (diferencia entre ingresos y gastos) y para cubrir el pago de los vencimientos de intereses y capital de deuda pública interna y externa.
En el presupuesto 2017 el Gobierno tiene previsto recibir ingresos (recaudación fiscal) por el orden de los RD$539,513 millones. Esa cantidad es muy ambiciosa, si se toma en cuenta que este año la estimación de ingresos fiscales es de RD$490,298.3 millones.
Eso indica que el Gobierno planea mejorar su eficiencia recaudadora lo suficientemente como para que sus ingresos aumenten en RD$49,214.7 millones, es decir, alrededor de un 10%, o el equivalente al 1.6% del producto interno bruto (PIB).
La intención es buena, pero para lograr ese nivel de incremento en los ingresos los organismos de recaudación del Estado -direcciones de Impuestos Internos (DGII) y de Aduanas (DGA)- tendrán que aplicar mecanismos de eficiencia muy rigurosos y efectivos, tanto en cuanto a la reducción de la evasión y la elusión fiscal, como en lo relativo a la revisión de las exenciones impositivas que se conceden a determinados sectores del país.
No hay que olvidar que en 2012, cuando el Gobierno propuso la aprobación de una reforma fiscal que implicó un aumento del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) de 16% a 18%, además de una ampliación de la base imponible de ese gravamen a una serie de productos que estaban exentos y ahora pagan el 16%, la intención original del Estado era de recaudar, precisamente, alrededor de RD$49,000 millones.
Uno se pregunta, ¿podrá el Gobierno aumentar sus ingresos en alrededor de RD$49,000 millones el próximo año sin reforma fiscal, aun cuando no logró esa meta con reforma fiscal hace cuatro años? El interés colectivo debe estar deseoso de que así sea, aunque la meta aparenta difícil.
En todo caso, aunque se asuma que el Gobierno logre esa meta, la de recaudar RD$539,513 millones el próximo año, su estimación de gastos regulares más el pago de deudas es de RD$711,399.3 millones.
Eso indica una diferencia de RD$171,886.3 millones que el Gobierno tendrá que buscar prestados, lo cual agrandará más el volumen de endeudamiento interno y externo del Estado. En efecto, para el próximo año se prevén emisiones de bonos internos por el equivalente a US$1,500 millones más otro paquete de emisión externa por US$1,200 millones, para un total de US$2,700 millones.
A ese monto hay que agregar otras contrataciones de deudas que sumarían en moneda nacional los RD$171,886.3 millones que faltarían para completar el presupuesto; repetimos, asumiendo que los órganos recaudadores alcancen la meta de ingresos por RD$539,513 millones como se ha propuesto el equipo que elaboró el proyecto de presupuesto.
Falta por ver, además, cómo terminará el déficit fiscal del Gobierno correspondiente a este año, ya que se estimó inicialmente en poco más de RD$75,000 millones, pero en los primeros seis meses fue superior a la mitad de esa cantidad, lo cual sugiere que para el segundo semestre las autoridades han tenido que ajustarse, a los fines de cuadrar los números y no salir del déficit programado.
La decisión del Gobierno de aumentar sus recaudaciones fiscales en alrededor de 1.6% del PIB para el próximo año, sin aumentar ni crear impuestos adicionales, implica un esfuerzo que todos los ciudadanos del país, independientemente de su condición social e ideológica, deben respaldar, en procura de una mayor eficiencia de la operatividad del Estado dominicano.