[dropcap]E[/dropcap]l pasado jueves 17 de noviembre, la Asociación de Industrias de República Dominicana celebró su almuerzo aniversario. El orador invitado lo fue Julio Brache Arzeno, quien lleva más de 50 años vinculado al sector industrial.
Habló de cambios, de retos, desafíos para la industria sostenible, para las jóvenes generaciones que saben que hoy el cambio es rápido, a veces violento, montado en las alas de la tecnología. Aquí algunas de las ideas expuestas por Brache Arzeno en esta ocasión.
El reto generacional y tecnológico
La industria dominicana, en comparación con otras, es relativamente joven. Sin embargo, la mayor parte de ellas fueron creadas y levantadas por una generación en camino de ceder su puesto a los más jóvenes que deben llevar los negocios a nuevos horizontes. En ese sentido, consideró que muchas familias industriales tuvieron clara conciencia del valor y utilidad de la educación.
Lo entendieron temprano y enviaron a sus hijos a estudiar al extranjero o a aprovechar los mejores programas locales. Los que no lo han hecho, están padeciendo un atraso gerencial o tecnológico. “La empresa que desee mantenerse en el escenario económico del país está obligada a educar, capacitar y entrenar a sus cuadros más jóvenes”, sentenció.
El reto de la gobernanza corporativa
En segundo lugar, agregó que las empresas industriales dominicanas, en la medida en que crecen, están abocadas a involucrarse en una reorganización de sus estructuras de dirección, establecer mejores y más transparentes normas de administración y moverse hacia un gobierno corporativo eficiente.
Para Brache Arzeno esto es fundamental si quiere abrirse a nuevos capitales, si quiere acceder a un mercado de capitales y contribuir a su desarrollo. Advirtió que a algunos les inquieta abrir sus empresas a inversionistas, pero que esta es una norma que ha permitido la expansión del capitalismo: la capitalización abierta mediante la oferta de acciones.
“La experiencia muestra que los gobiernos corporativos tienden a hacer más transparentes las operaciones y hacen más atractivas a nuevos inversionistas a las empresas, necesitadas de capital”, enfatizó.
El reto de la apertura de los mercados
“La industria dominicana tiene hoy ante sí el gran reto de la apertura de los mercados dentro de unos esquemas arancelarios que si algo prometen es mayor competencia internacional y mayor competencia en el frente interno”, explicó el orador invitado al Almuerzo Aniversario de la AIRD.
Los esquemas de protección han sido desmontados. Brache Arzeno sabe y lo explica que el mercado interno ya no es suficiente, que la respuesta al hecho de que somos una de las economías más abiertas del mundo es otro reto, el reto exportador.
El reto exportador
La caída del valor del peso ha llevado a las empresas dominicanas a enfrentar la devaluación por la vía del aumento de los precios. Sin embargo, esto no es sostenible y ha conducido a múltiples problemas. “Muchos empresarios han descubierto que exportar ayuda a enfrentar la devaluación y protege de la inflación. Creemos que la lección es clara: hay que producir dólares”, afirmó y dijo que el Estado también lo ve así.
“Conviene al Estado que República Dominicana amplíe sus exportaciones. Esta debería ser la gran meta nacional: que la economía nacional sea una economía fundamentalmente exportadora”, señaló.
Consideró que los industriales están haciendo su parte y, dirigiéndose al presidente Danilo Medina, quien estuvo presente en la actividad, indicó: “Necesitamos, señor Presidente, de mayor apoyo estatal para reconvertir la economía y la industria nacional, y hacer que de importadores netos nos convirtamos en una nación de exportadores”.
El reto del marco institucional
Finalmente expresó que para que una política industrial sea eficaz debe tener un marco institucional fuerte y estable que brinde seguridad jurídica a las inversiones y que facilite el crecimiento de la industria.
Afirmó que ese marco institucional es una responsabilidad fundamental de los gobiernos y debe ser apoyado con propuestas y planteamientos desde el sector privado. Esta ha sido una característica clave de la AIRD en su relación con el sector público.
Explicó que el Estado no es el principal jugador en los negocios, pero es quien define con claridad las condiciones y reglas de juego al interior del país y quien negocia, en nombre del país y de sus sectores productivos, las reglas que tienen que ver con la competencia internacional.
“Sin el apoyo de los gobiernos la reindustrialización a la que aspiramos es imposible. Son los gobiernos los que pueden disminuir las trabas burocráticas que entorpecen muchos procesos de la industria. Es desde los gobiernos que se pueden tomar medidas para abaratar el financiamiento y fortalecer los incentivos a la investigación y al desarrollo. Es desde los gobiernos desde donde se pueden tomar iniciativas como reducir los impuestos a los combustibles tradicionales o incentivar aún más el uso de energía y combustibles alternativos”, enfatizó el industrial.
Estos cinco retos planteados por don Julio Brache Arzeno tienen también un mensaje: se trata de todo un sistema, con múltiples actores. Hacer de la industria nacional símbolo de beneficio y prosperidad, de generación de empleos, de avances tecnológicos y que dé paso a las nuevas generaciones, lo cual es tarea de todos.