[dropcap]L[/dropcap]as autoridades de Villa Altagracia y la provincia San Cristóbal mantienen un vertedero frente a la Autopista Duarte, el cual representa un verdadero atentado contra el turismo, una de las actividades clave que sustentan la economía dominicana.
Solo hay que ver el problema reflejado en el espejo Puerto Plata.
La ciudad turística de la costa norte tiene el serio inconveniente de un vertedero a solo tres kilómetros de su entrada principal. Tamaña bienvenida al turista ofrece la Novia del Atlántico con desperdicios de todo tipo, incluyendo neumáticos, como reportara hace poco el periodista Miguel Ponce.
Según el Banco Central, la llegada de extranjeros y dominicanos no residentes pasó de 5.6 millones en 2015 a unos 6 millones al cierre de 2016, con lo que los ingresos por turismo, principal sector generador de divisas, crecieron en torno a un 10%.
¡Seis millones! Y la gestión de Danilo Medina se propone que sean diez. Es decir, el país apuesta al turismo.
Entonces, ¿cómo se explica que las autoridades de Villa Altagracia y San Cristóbal instalen un vertedero que al levantar sus manos para saludar a los turistas que se trasladan por la Autopista Duarte, la más importante vía de comunicación terrestre del país, despide de sus sobacos un tufo a irresponsabilidad y falta de planificación? Y, lo peor: ¿cómo se explica que los ministerios de Turismo y Medio Ambiente permitan que Villa Altagracia incube un problema tan grave como el de Puerto Palta?