[dropcap]E[/dropcap]l nombre de la empresa Hospira se publica desde hace varias semanas en los periódicos, y no precisamente porque anunció la ampliación de sus operaciones en República Dominicana, sino todo contrario: recogerá sus inversiones y se va a Costa Rica.
Sin embargo, igual decisión pudieran tomar otras empresas de zonas francas, según informaciones que maneja elDinero. Las razones: incertidumbre y falta de competitividad, según declaraciones del presidente y vicepresidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), Federico Domínguez y José Manuel Torres.
Hospira, que se define en su página web como el proveedor líder a nivel mundial de medicamentos inyectables y tecnologías de infusión, y que opera en el parque industrial Itabo, en San Cristóbal, hará una reducción gradual de su personal y sus operaciones, hasta desmontarla en el cuarto trimestre de 2017.
Así lo confirmó el director general de la empresa en Costa Rica, Isaías González, al periódico La Nación, de ese país. La compañía tiene en territorio dominicano una nómina de 700 empleados, 300 de ellos profesionales y técnicos y los 400 restantes operarios, según una publicación del periódico El Caribe.
Las exportaciones de dispositivos médicos y farmacéuticos durante 2016 totalizaron los US$1,500 millones, con una inversión acumulada de US$996 millones y generando 22,000 empleos directos.
“La manufactura de dispositivos médicos y farmacéuticos en zonas francas, en términos de exportación, encadenamientos productivos con la industria local y transferencia de tecnología, es uno de los subsectores de mayor dinamismo y potencial de crecimiento del país”, según Adozona.
En el país existen 28 empresas dedicadas a productos de ese tipo, agrega Adozona en un documento de prensa entregado en un acto en el que anunció, junto al Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) y al Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), la formación de personal para mejorar la competitividad de la industria de dispositivos médicos y farmacéuticos.
“Las compañías que lo componen (la mayoría de capital extranjero) manufacturan una amplia variedad de suministros y equipos médicos, instrumentos quirúrgicos, equipos dentales, aparatos y otros”, resalta.
El vicepresidente de Adozona, consultado sobre la falta de competitividad como posible causa que provocara la salida de Hospira del país, señala que “lo importante es seguir trabajando con el Gobierno y mejorar el clima de inversión”.
“Con el Gobierno estamos en una mesa de trabajo constante, definiendo medidas que mejoren la competitividad de las empresas. La idea es que las empresas que estén operando aquí expandan sus operaciones, promover un clima de negocios atractivo para que lleguen más compañías”, agrega José Manuel Torres.
Asegura que el Gobierno comparte sus intereses. “Yo creo que es el gran reto que tenemos (mejorar la competitividad). Ese reto lo comparten las autoridades y estamos confiados en que seguiremos identificando acciones”, afirma el ejecutivo.
Encadenamiento
Sin embargo, las zonas francas no solo están enfrentando el tema de la competitividad. El débil encadenamiento productivo entre este sector y las empresas domésticas y la industria lo pone en desventaja frente a competidores regionales.
Si bien el Estado ha promovido los encadenamientos productivos desde 2015, no existe una medida del tamaño y evolución de los mismos en los diferentes sectores de la economía dominicana, indica el documento “Zonas Francas en República Dominicana: Consideraciones de políticas para un sector más competitivo e incluyente”, elaborado por el Banco Mundial (BM).
“Una de las razones tras la falta de encadenamientos observados reside en el hecho de que la mayoría de las industrias basadas en zonas francas durante las últimas dos décadas dependían de las maquiladoras, haciendo uso por lo tanto, de mano de obra con poca calificación para exportar productos de poco valor agregado doméstico”, agrega.
Recientemente, las zonas francas han comenzado a exportar productos más sofisticados, como equipos médicos y productos farmacéuticos, pero estos sectores importan la mayoría de sus insumos y han desarrollado pocos acuerdos de suministro con proveedores domésticos, puntualiza la investigación.
El periódico elDinero trató de obtener la versión de la directora del CNZFE, Luisa Fernández, sobre la problemática que afecta al sector, pero se negó a responder. “Mañana, el lunes… hablamos de eso”.
En su web, el CNZFE cuenta con un servicio de registro para las empresas interesadas en suplir o solicitar productos o servicios a una compañía de ese sector.
“Apoyamos e incentivamos los encadenamientos productivos entre el sector zona franca y la industria local”, señala.
En ese sentido, el Ministerio de Industria y Comercio realizó recientemente el “II Foro de Encadenamientos Productivos”. Además, a finales de 2016 se celebró el tercer “Encuentro de Negocios” entre más de 40 empresas de la industria local y de zonas francas, con el objetivo de promover la articulación productiva entre ambos sectores.
Importar insumos
La naturaleza más sofisticada de la producción manufacturera que actualmente se realiza en las zonas francas (elaboración de calzado, farmacéuticos y eléctricos) implica que muchos insumos deben ser importados, ya sea porque no existe disponibilidad doméstica o porque los productos nacionales no satisfacen los estándares requeridos.
La afirmación está contenida en la investigación del Banco Mundial, pronosticando que para 2012, las compañías de zonas francas adquirían el 81% de sus insumos en el extranjero.
“En el último decenio, el uso de insumos importados por parte de las empresas de zona franca aumentó, indicando una reducción de los encadenamientos domésticos”, resalta.
En ese sentido, el vicepresidente de Adozona destaca que las zonas francas tienen un “potencial inmenso” y que lo importante es aprovecharlo para beneficio del país.
En declaraciones al periódico La Información, el presidente de la Adozona planteó la necesidad de que el Estado mantenga las reglas de juego como opera el sector, haciendo referencia a los incentivos fiscales, para evitar incertidumbre y mantener los puestos de trabajo.
Costa Rica
“Hoy comunicamos que después de un cuidadoso análisis del volumen del producto y las capacidades de fabricación global, hemos tomado la difícil decisión de interrumpir las operaciones de fabricación en República Dominicana y transferir la mayor parte de las operaciones a la planta instalada en Costa Rica”, refirió Hospira al diario costarricense La Nación.
A juzgar por los beneficios y proyectos que ejecuta Costa Rica, que compite con el país en el tratado de libre comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta), no es casualidad la salida de Hospira a su territorio.
La nación centroamericana implementó en 1999 el Proyecto de Desarrollo de Proveedores para Empresas Multinacionales de Alta Tecnología, que tenía, entro otros objetivos, permitir a las pequeñas y medianas empresas (pymes) alcanzar los niveles tecnológicos necesarios para su integración vertical en las cadenas de producción de las corporaciones transnacionales de alta tecnología.
“Luego de la conclusión exitosa del proyecto piloto en 2003, se creó una oficina para el desarrollo de proveedores domésticos (Costa Rica Provee), la cual se ha integrado con la Corporación de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer)”, dice el estudio del Banco Mundial.
El proyecto apoya la fabricación de productos por parte de las pymes para las cadenas de producción de corporaciones transnacionales de alta tecnología. Selecciona, según criterios de motivación y calidad, las pymes que han de ser admitidas al programa, agrega.
Exenciones en Costa Rica y República Dominicana
República Dominicana y Costa Rica poseen una serie de exenciones fiscales para hacer más atractiva la inversión en zonas francas en ambos territorios.
República Dominicana exenta el pago de impuesto sobre la construcción, los contratos de préstamos y sobre el registro y traspaso de bienes inmuebles a partir de la constitución de la operadora de zonas francas correspondiente.
Mientras, en la nación centroamericana las empresas pueden solicitar el incentivo de capacitación, formación y entrenamiento a favor de los trabajadores y aspirantes.
Sin embargo, aunque ambas naciones cuentan con exenciones, el país aún domina frente a Costa Rica en cantidad de empresas de zonas francas instaladas.
De acuerdo a la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica, en ese país había hasta marzo 395 empresas, mientras que el Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, en República Dominicana, sitúa las compañías de esta índole en 642.
Exenciones en Costa Rica
- Maquinarias y equipos; repuestos, componentes y sus partes
- Manufacturas y productos semielaborados; material de empaque y embalaje.
- Impuestos sobre compras locales de bienes o servicios.
- Impuestos a la exportación, a las remesas y a los tributos a las utilidades.
Exenciones en República Dominicana
- Impuesto Sobre la Renta y del impuesto a los activos.
- Impuestos de exportación o reexportación existentes.
- A la importación de los equipos de transporte: vehículos de carga, microbuses, minibuses.
- Impuesto de patentes sobre activos o patrimonio, así como del ITBIS.