[dropcap]H[/dropcap]ubo una vez un economista italiano refugiado en los Estados Unidos durante la Posguerra que estaba interesado en la macroeconomía y el funcionamiento de la economía financiera. Llamado Franco Modigliani, fue quien planteó la Teoría del Ciclo Vital como una idea vinculada al consumo y el desarrollo.
En síntesis, su tesis es sumamente intuitiva, pues argumenta que las personas cuando somos jóvenes no generamos ingresos porque no formamos parte de la fuerza laboral, luego nos incorporamos al mercado de trabajo y acumulamos algún nivel de ahorro el cual es utilizado en el futuro para el momento en el que nos retiremos.
El desempleo es una de las variables macroeconómicas más observadas para medir el comportamiento y estatus de una economía, por lo que se ha vuelto objeto de mucho estudio con tal de tomar decisiones sobre políticas públicas. Dentro de las políticas públicas que influyen en el desempleo, existe una particular que posee un fuerte vínculo con el ciclo de vida. Esta es, nada más y nada menos que, el sistema de pensiones.
Luego de entender la teoría del ciclo de vida planteada por Modigliani, se hace evidente comprender cómo esta describe al pie de la letra el razonamiento bajo el cual funciona el sistema de pensiones de Pay-as-you-go, que traducido al español es “capitalización individual”. La idea principal de este esquema es básicamente crear una cuenta de ahorro, en la que se deposita una parte del ingreso de manera obligatoria desde el momento de la inserción en el sistema de pensiones, para así poder tener ingresos disponibles al momento de un retiro laboral.
La idea de esto es presentarlo como una alternativa al Sistema de Reparto, el cual esencialmente se refiere a la contribución del fondo de pensiones por los integrantes del mercado laboral para los beneficiarios del momento. En el futuro, los nuevos trabajadores aportarían al fondo de pensiones de los trabajadores del pasado.
Existen argumentos para indicar por qué uno de estos sistemas presenta más beneficios que el otro, o por qué puede ser considerado más justo que su contraparte. No obstante, lo importante en este momento es establecer el vínculo entre el desempleo y el sistema de pensiones en general.
Generalmente, en el esquema de capitalización individual, se incentiva a los contribuyentes a continuar trabajando, aun cuando están en edad de retiro laboral. Esto produce que la rotación de trabajo y de puestos de empleo disminuya, por lo que las oportunidades de empleo para los que aún no forman parte del mercado laboral son menores, consecuentemente produciendo un desempleo latente.
Por el otro lado, la debilidad del Sistema de Reparto yace en el mismo lugar en el que está su fortaleza: la pirámide poblacional. Esta pirámide es sencillamente la representación gráfica de la población de un país por edad y género. Intuitivamente, se podría pensar que se le llama pirámide porque la cantidad de jóvenes en una población es mayor a la cantidad de envejecientes. No obstante, esta situación ha empezado a revertirse, especialmente en países de Europa.
El Sistema de Reparto es bastante funcional a medida que la cantidad de contribuyentes y el monto con el que estos contribuyen es superior al procurado por los beneficiarios; pero al momento en el que la pirámide se invierte esta situación no puede darse. Más tarde, el sistema de pensiones deficitario viene sucedido de una crisis de financiamiento público y la nación debe endeudarse. De esta manera la condición económica del país empeora y antes de percatarnos nos encontramos con altos niveles de desempleo.
Claramente, entendemos que esta línea de razonamiento sigue una serie de supuestos que son necesarios para que la relación entre el desempleo y el ciclo de vida exista. Empero, también cabe resaltar que, si dichos supuestos no representan la generalidad, están en proceso de hacerlo.
Teniendo todo esto en mente no hace falta más nada que decir que los gobiernos deben percatarse de la situación y comprender que es posible que en el futuro necesitemos una alternativa al esquema de pensiones que utilizamos en el presente.