[dropcap]S[/dropcap]eñor director:
Gracias por la oportunidad. Se cumplen cinco años de haberse implementado, por primera vez, el mandado de la Ley 66-97 de que se invierta el 4% del PIB en la educación. La verdad es que he quedado decepcionado como dominicano que paga sus impuestos, ya que no veo resultados halagüeños.
Cinco años no es tiempo suficiente para cambiar un sistema o para ver avances significativos, pero algo debió suceder ya en materia de calidad. Hasta ahora sólo hemos sido testigos de luchas de los profesores por aumento salarial, como si la razón primera de la lucha fueran los salarios.
Como un ciudadano común, con hijos en el sistema público y privado, considero que el aumento salarial de los maestros debe venir amarrado o condicionado a una mejora de la calidad de la educación. Particularmente no creo que debemos pagarle más a quienes no han hecho lo suficiente por prepararse.
Hay estudiantes que están terminando el ciclo básico y no saben escribir su nombre. Esto, por supuesto, debe llenarnos de vergüenza a todos, pero principalmente a los profesores que están todos los días en las aulas.
José Arrendondo G.
Economista.