[dropcap]L[/dropcap]os últimos acontecimientos sociales en República Dominicana tienen muchas lecturas, todo dependerá del color del cristal con que se mire. Lo que sí es una verdad irrefutable, incluso por quienes intentan encontrarle la quinta pata al gato, es que la sociedad vigila, y que lo hace muy de cerca.
Hay colores pesimistas y los hay optimistas. ¿En cuáles debemos inscribirnos? Los dominicanos que desean una patria que funcione en igualdad de condiciones es muy seguro que se anoten en el lado positivo. No sé cuánto de verdad tendrá el adagio “nunca es más oscuro que cuando va a amanecer”, pero algo tendrá de cierto.
Las crisis, cuando un ente se viste de optimismo, podrían ser el principio de una gran solución. Y no tienen por qué no serlo. La sociedad ha clamado por el fin de la impunidad y la corrupción. Ahora que hay acciones concretas, por las que de alguna manera debemos felicitar al Ministerio Público hasta prueba en contrario, resta esperar los resultados de lo que pide la mayoría de los ciudadanos dominicanos.
Luego de esta experiencia, amarga para unos, agridulce para otros, habrá de llegar una etapa en la que el régimen de consecuencias persuada a los potenciales corruptos a abstenerse de cometer actos reñidos con la moral y la ética. De lo que resulte de este proceso judicial, en el que se enjuicia a 14 personas (y podrían agregarse otros), dependerá el grado de confianza que tenga (o tendrá) la sociedad en el sistema de justicia. Y no se trata de declarar culpables para complacer el morbo; la cuestión es dejar constancia de que se llevaron todos los procesos dentro de los parámetros legales y que, por más pataleos, quede demostrado que la decisión fue la correcta.
Los que tienen el privilegio y el honor de administrar el Estado, oportunidad que siempre la da el pueblo, están en la obligación de entender (a como dé lugar) que la avaricia explota el saco. La insaciabilidad no es una decisión correcta. Vivir sobre las posibilidades hace daño. Aprendamos la lección y empecemos a ser una sociedad transparente.