El Gobierno dominicano elaboró y aprobó en 2007 la “Estrategia de gestión de deuda pública”, que incluía, entre otros objetivos, incrementar el tiempo de madurez promedio del portafolio y desarrollar el mercado doméstico de bonos.
Asimismo, establecía que la identificación de las fuentes de financiamiento se realizara dependiendo de las condiciones de mercado y a las preferencias. Entre esas fuentes citaba a los bonos. Diez años después de lanzada la estrategia, los dos objetivos, partiendo de los resultados, se han cumplido.
La madurez promedio, en el caso de los bonos externos, aunque no de forma constante, mejoró en los últimos nueve años. Es decir, el tiempo para pagar la deuda que se contrata a través de estos mecanismos se ha prolongado.
De tener una madurez promedio de 8.0 años en 2009, los bonos externos pasaron a 13.2 años, a septiembre de 2017, de acuerdo a los registros de la Dirección de Crédito Público. La mejoría fue de 5.2 años.
En tanto, la deuda en bonos del mercado local pasó de US$751.8 millones, en 2008, a US$6,815.6 a septiembre de este año, un aumento neto de US$6,063.8 millones, es decir, un 806.5%.
En este período la contratación de deuda en bonos externos del Estado pasó de US$1,270.9 millones, en 2008, a US$11,567.7 millones a septiembre de 2017, un incremento de US$10,296.8 millones, equivalente a un 810%.
La madurez promedio de los bonos externos pasó de 8.0 años en 2009 a 8.5 años en 2010. Sin embargo, cayó a 8.1 en 2011 y 7.1 el año siguiente. Pero en 2013 se recuperó y subió hasta 7.7 años, en 2014 se disparó a los 13.3 años y en 2015 hasta los 16.0 (la más alta durante los últimos nueve años).
Pero, según Crédito Público, la madurez promedio de los bonos externos volvió a caer hasta los 14.4 años en 2016, mientras que a septiembre de 2017 bajó a 13.2 años.
Tasas de interés
La reducción de la tasa de interés promedio que pagan los bonos externos dominicanos bajó desde 2009, cuando fue de 9.0% hasta la registrada en noviembre de este año, la cual fue de 6.7%. Esta mejoría puede ser mejor si se logra salir del grado de inversión especultivo, según Moody´s. El país tiene una calificación de riesgo Ba3, a dos peldaños para llegar al grado de inversión.
La última colocación del Gobierno, por US$500 millones, se hizo a una tasa de rendimiento de 5.10%. Consistió en la reapertura de los bonos a 10 años emitidos el 18 de enero de 2017, siendo el rendimiento obtenido en esa transacción inferior a la que el país colocó los bonos originalmente (5.95%).
En 2010 la tasa de interés de los bonos externos bajó hasta los 8.3%. En 2011 y 2012 fue de 8.0%, mientras que los dos años siguientes fue de 7.3%. En 2015 y 2016 la tasa fue de 6.8%.
Deuda del SPNF
La deuda del sector público no financiero (SPNF) en 2008 fue de US$9,283.0 millones, cifra que a septiembre de 2017 era de US$29,063.4 millones, un aumento de US$19,780.4 millones en casi 10 años, equivalente a un incremento de 213%.
De ese monto, el 39.8% es en bonos externos, mientras que el 22.8% es de bonos internos. La deuda del SPNF representó a septiembre el 39.4% del producto interno bruto (PIB).
La última “Estrategia de mediano plazo para la gestión de la deuda pública 2016-2020” indica que el Gobierno procurará mantener una presencia en el mercado internacional de capitales, con puntos de referencia de largo plazo que permitan mantener la vida promedio relativamente larga del portafolio de deuda externa.
Calificación riesgo-país 2008-2017
Desde 2008 hasta el pasado mes de septiembre las calificaciones riesgo-país de República Dominicana han mejorado, según las calificadoras Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s.
De acuerdo a los registros de la Dirección General de Crédito Público, en 2008 las calificaciones riesgo-país, en moneda extranjera, de las calificadoras Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s fueron “B2”, “B” y “B+”, respectivamente.
A septiembre de 2017, casi 10 años después, las calificadoras de riesgo Standard and Poor’s y Fitch Ratings mejoraban sus calificaciones en BB- “estable”. Mientras que Moody’s Ratings mejoró su calificación de B1 “positiva” a Ba3 “estable”.
En 2009 las tres calificadoras mantuvieron sin cambios sus notas riego-país en moneda extranjera. Para los años 2010, 2011, 2012 y 2013 las calificaciones fueron B1 “estable”, B “positivo”, B “estable”.
Mientras que en 2014, la calificadora Fitch Ratings mejoró la calificación riesgo-país en moneda extranjera de B a B+, manteniendo la perspectiva en estable. En tanto, Moody’s y Standard and Poor’s mantuvieron sus notas en B1 “estable” y B+ “estable”.
Durante 2016, Fitch mejoró la calificación riesgo-país de B+ a BB-. Por su parte, las calificadoras de riesgo Standard and Poor’s y Moody’s Ratings mantuvieron sus calificaciones en BB- “estable” y B1 “positiva” respectivamente.