Recientemente el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo publicó un nuevo informe sobre la inmigración y presencia de extranjeros en República Dominicana. El dato que más llama la atención es que habla de cerca de medio millón de ciudadanos haitianos residentes en República Dominicana, lo cual ha sido considerado como “muy poquito”.
No hay dudas de que la presencia de haitianos en República Dominicana es alta, pero lo que nos ha estado afectando en las últimas décadas es el hecho de pensar que 400,000 ó 500,000 personas es poco, cuando en realidad es muchísimo, más en un país que como el nuestro, tiene una población nacional estimada en 10.5 a 11 millones de personas.
Cuando decimos que medio millón de haitianos en el país es poco, les estamos dando cancha a los traficantes de personas para que sigan trayendo más, pues lo que deberíamos es alarmarnos de que haya esa cantidad.
Sobre el estudio hay que considerar un amplio subregistro, debido a que una gran cantidad de haitianos en el país está en condición de indocumentados y por tanto no se dejan encuestar.
Pero aun así, no se puede asumir la idea de muchas personas que por percepción asumen que en República Dominicana hay dos o tres millones de haitianos. Estamos acostumbrando a exagerar tanto la cantidad de haitianos, que cuando nos dan una cifra elevada o elevadísima como 500,000, la vemos baja.
Es posible que sean más de 500,000 los haitianos en el país, pero tal vez no lleguen a un millón o más como se dice. Aunque usted vea muchos haitianos en las calles, en los barrios, en las construcciones; considere que se ven muchos cuando están concentrados, pero no en forma dispersa como los propios ciudadanos dominicanos.
Supongamos que hay en el país un millón de haitianos. Eso equivale a un 10% de la población dominicana. Ahora haga usted un ejercicio fotográfico de su día a día en el trabajo, en la universidad, en la escuela, en la calle, en la guagua de concho, en el mercado, en el supermercado, en el colmado, en cualquier lugar. No se centre en los edificios en construcción y en las fincas de productos agrícolas comunes.
Con ese ejercicio fotográfico cuente las personas a su alrededor y dígame si de cada diez dominicanos a su alrededor hay por lo menos un haitiano. Es posible que en algunos lugares y ocasiones sea así y hasta más, pero en la mayoría de los sitios serán menos.
Si usted vive en una torre de 10 pisos con dos apartamentos por piso, entenderá que en ese edificio hay 20 familias de dominicanos, cada una con un promedio de miembros, por lo que ahí deben vivir por lo menos 80 dominicanos. Abajo hay cuando empleados vigilantes, de los cuales tres son haitianos. Eso indica que cada día en la mañana usted se encuentra con un par de haitianos en la garita de seguridad. A eso se agrega que en frente de su edificio hay otro proyecto en construcción con 40 obreros haitianos que usted ve en la mañana antes de irse a trabajar.
En el semáforo, con el tapón, ve otros cuatro o cinco haitianos vendiendo cosas y llega un momento en que su percepción es de que estamos invadidos de haitianos, pero se olvida de que en realidad más de un 95% de las personas a su alrededor son dominicanos como usted, pero no los nota tanto como ese 5% de haitianos que le rodean.
Ahora bien, he dicho 5% y fíjese que es mucho, pero para la población dominicana 5% son 500,000 y no un millón o más como se piensa. Es decir, 500,000 es mucho, muchísimo, no poco, como piensan algunos.
Otro ejemplo puede ser Estados Unidos, donde hay más de 330 millones de habitantes. Pero si usted se va a Washington High, Nueva York, pensará que esa nación, no solo la ciudad, está invadida por dominicanos, cuando en realidad en ese gran país hay poco más de un millón de dominicanos. Lo mismo que se dice que hay de haitianos aquí, donde la población total es de apenas 10.5 millones.