Washington, EEUU.- Mientras en Perú se celebran negociaciones relativas a un acuerdo sobre el clima, Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, llamó a la consecución el año próximo en París de un convenio integral. Considera que los países deberían eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles.

Kim arguyó que todos los países deberían fijar un precio para el carbono, eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles, establecer condiciones que favorezcan la energía renovable e invertir en proyectos resistentes a fenómenos meteorológicos extremos.
En un discurso pronunciado en la ciudad de Washington, durante el Consejo de Relaciones Exteriores, manifestó que la firma de un acuerdo el año próximo en París debe transmitir señales inmediatas a inversionistas y mercados financieros de que, antes de final del siglo, se puede ayudar a transformar las economías para lograr un nivel cero neto de emisiones de contaminantes nocivos.
“Dentro de un año, la comunidad internacional tendrá la oportunidad de enviar una señal clara de que, en su condición de comunidad mundial, está decidida a gestionar nuestras economías para conseguir un nivel cero neto de emisiones antes del año 2100”, afirmó Kim.
“Cada país se encuentra en una etapa distinta de la senda del desarrollo. Por consiguiente, también son variables la velocidad y el ritmo de la reducción de sus emisiones y de las inversiones en adaptación. En cualquier caso, en París tendremos la oportunidad de dejar clara nuestra ambición colectiva. Esa aspiración puede traducirse en una demanda a largo plazo de crecimiento limpio y de un mayor compromiso con la adaptación”.
“Cuanto mayor sea nuestra ambición, mayor será también la demanda de programas y proyectos que transformen las economías. Unas aspiraciones más elevadas transmitirán asimismo un mensaje firme a los inversionistas –públicos y privados, nacionales y extranjeros– sobre la demanda y la rentabilidad de las inversiones a largo plazo en sistemas limpios de energía y transporte, en agricultura y silvicultura sostenibles y en nuevos productos con un uso eficiente de los recursos.
“París habrá de ser el lugar en el que invoquemos una gestión efectiva de las economías locales, nacionales y globales para combatir el cambio climático”, concluyó el presidente Kim.