El ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, dijo este viernes que una eventual ruptura comercial con China y los países árabes puede perjudicar el agronegocio, en referencia a pronunciamientos del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, que alcanzaron a tensionar las relaciones con esas naciones.
Días después de haber sido elegido presidente, Bolsonaro criticó el crecimiento de los negocios de China en el país y manifestó su intención de trasladar la embajada de Brasil en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén, lo que no fue bien recibidas por los países árabes.
China es el principal socio comercial de Brasil desde 2009 y los países árabes compran el 50% de la carne de pollo que produce el gigante suramericano.
El ministro, que habló este viernes con la prensa tras hacer un balance de su gestión, aseguró que mantener esos mercados debe ser foco de atención del futuro Gobierno y le sugirió a la ministra de Agricultura designada por Bolsonaro, Tereza Cristina Correa da Costa, visitar esas naciones, estrechar los lazos y “transmitirles confianza”.
“Hay que transmitirles que Brasil los quiere como socios, que somos confiables, nosotros no estamos disputado la hegemonía mundial de la economía, de la política, del territorio, de nada”, aseguró Maggi.
El jefe de la cartera de Agricultura, señaló que Brasil debe continuar con su ritmo y “convertirse en el mayor productor agrícola y ganadero del mundo”.
Para el ministro, las exportaciones del agronegocio deben sobrepasar la barrera de los 100,000 millones de dólares en 2018, una cifra que casi logra el gigante sudamericano en 2013 cuando exportó 99,000 millones de dólares.