A pesar de los escollos del comercio ilícito de medicamentos, la industria farmacéutica de República Dominicana muestra un constante crecimiento, especialización e innovación, convirtiéndose en un pilar económico importante.
Este sector no solo genera alrededor de 50,000 empleos directos e indirectos y aporta millones al fisco, sino que tiene como norte inagotable elevar los estándares de calidad de sus productos y desarrollar nuevos fármacos para seguir posicionándose en el mercado local e internacional.
Para el presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Dominicanas (Infadomi), Ludwig García, el impacto de esta industria abarca aspectos sanitarios, sociales y económicos, cuya misión se sustenta en la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos con altos estándares internacionales sobre calidad y buenas prácticas de manufactura en el diagnóstico, prevención y tratamiento de enfermedades. Actualmente, cuenta con una red de más de 500 proveedores de medicamentos, de los cuales alrededor de 80 son empresas de producción nacional.
“Estamos invirtiendo en mayores procesos de calidad, por lo que impulsamos la adecuación de las normativas locales dictadas por el Ministerios de Salud Pública, para que se corresponda con la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Red Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (RED-PARF)”, resaltó García al indicar que ese paso le permitió elevar sus estándares de producción de medicamentos y superar filtros rigurosos como los de Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, en inglés).
De hecho, las exportaciones de productos farmacéuticos dominicanos han mostrado un crecimiento notable, expandiéndose a destinos como Estados Unidos, Países Bajos, Polonia, Singapur, Italia, Alemania y Venezuela. En 2022, las exportaciones de productos farmacéuticos alcanzaron los US$67.1 millones, conforme con estadísticas del Banco Central (BCRD).
En tanto, el informe anual del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), destaca que el pasado año la inversión acumulada en el sector de productos médicos y farmacéuticos ascendió a US$2,219.2 millones, posicionándose como la principal actividad receptora con un 31% del total invertido en el territorio dominicano.
Respecto a las exportaciones, exhibieron unos US$2,247.7 millones, representando el 28.7% del total exportado bajo el régimen de zonas francas, equivalente a un crecimiento interanual de un 16.5% en comparación al 2021. Mientras que el valor total del mercado privado local, según Infadomi, alcanzó los US$1.22 millones, experimentado un aumento de un 17% respecto al año anterior.
Los principales destinos de exportación de la industria farmacéutica de República Dominicana son Estados Unidos, Países Bajos y Polonia, acumulando cifras de US$1,332.3 millones, representando el 54.5% del total exportado durante el período 2018-2022, conforme con datos del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana).
En tanto, durante el período analizado las exportaciones totales de productos médicos y farmacéuticos acumularon cifras de US$2,444.6 millones registrando un crecimiento de un 5.1% en comparación al 2021.
Biviana Riveiro, directora ejecutiva de ProDominicana, sostiene que la ubicación geográfica que tiene el país, posicionado como el hub logístico del Caribe, inciden en el crecimiento de la industria de medicamentos. “El acceso preferencial que tienen los productos mediante los distintos acuerdos comerciales suscritos permite acceder a más de 1,200 millones de consumidores con nuestros principales socios comerciales”, agregó Riveiro a elDinero.
Al respecto, García recordó que durante el período 2012-2021, las exportaciones de productos farmacéuticos crecieron a un ritmo promedio del 22.6%, teniendo presencia en 40 mercados de distintos continentes. En el caso del americano, dijo que los medicamentos de producción nacional se encuentran presentes en el 55% de sus mercados destino y representan el 25% de los medicamentos consumidos en Centroamérica y el Caribe, y cada año el nivel de producción crece entre un 14% y un 16%.
Subrayó que entre las 10 empresas líderes en este sector, siete son laboratorios de producción nacional, y las cinco primeras forman parte de Infadomi. Esta asociación agrupa a 35 empresas con profesionales altamente calificados. La mayoría de las exportaciones están dentro de los renglones de los sueros, jarabes, antigripales, analgésicos, antiinflamatorios, dermatológicos, cardiovasculares, entre otros fármacos.
Nuevos mercados
Para la embajadora de República Dominicana en Jamaica, Angie Martínez, las empresas farmacéuticas dominicanas tienen un gran potencial para expandirse en el mercado jamaicano. Señaló que algunas empresas jamaiquinas han mostrado interés en establecerse o fabricar productos farmacéuticos en este país. Destacó que los medicamentos son una demanda común en Jamaica y que el también país caribeño busca abastecerse de destinos más cercanos, ya que históricamente se abastece de naciones como la India, China y algunas de Centro América.
Martínez resaltó la cercanía geográfica y la excelente conectividad entre ambos países como factores que hacen de República Dominicana un socio natural para Jamaica en este sector.
“Las oportunidades son amplias. Incluso algunas empresas jamaiquinas nos han mostrado interés de establecerse o de fabricar productos farmacéuticos en República Dominicana”, manifestó la diplomática Martínez.
Desafíos
De acuerdo con el presidente de Infadomi, el desafío en este sector radica en la participación local en las adquisiciones de medicamentos realizadas por el Estado dominicano. Explica que esta situación se complica debido a la preferencia por productos extranjeros, principalmente de Asia.
Dijo que la industria farmacéutica nacional tiene la capacidad de producir y suministrar el 95% de los medicamentos adquiridos por el Estado. Por tanto, ve necesario impulsar una nueva política de adquisición de medicamentos que tenga en cuenta las particularidades de la industria local.
También entiende urgente ajustar las regulaciones actuales que limitan las compras de medicamentos de alto costo exclusivamente a Estados Unidos y Europa. “Se deberían reconocer las certificaciones de los Reguladores Estrictos de Referencia, como los de México, Argentina, Colombia, Brasil, entre otros, e incluso las certificaciones locales, para ampliar el acceso a medicamentos para más pacientes”, puntualizó.
Al respecto, Christian Farach, presidente de Laboratorios Alfa del Grupo Farach, coincidió en que el reto para los laboratorios dominicanos está en la disparidad de regulaciones impuestas a los importadores de la India y China en comparación con los laboratorios locales. Esta situación, de acuerdo con Farach, crea una competencia desigual, por lo que aboga por reglas equitativas para todos los actores.
Sin embargo, tanto García como Farach destacaron la labor la actual gestión de la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (DIGEMAPS), que ha permitido mejoras notables en los procesos de registro sanitario y una mayor supervisión del mercado. Actualmente, solo para mejora en la industria sus inversiones superan los US$500 millones.
Estrategia
Christian Farach, presidente de Laboratorios Alfa, resaltó que a pesar de las millonarias inversiones realizadas por los laboratorios nacionales para adaptarse a las nuevas normas que entrarán en vigor en enero de 2024, considera necesario desarrollar una estrategia nacional de exportación de productos farmacéuticos.
Al respecto, la directora ejecutiva de ProDominicana destacó la importancia de implementar un sistema de inteligencia de mercados para las empresas exportadoras, así como participar en eventos internacionales relacionados al sector farmacéutico para mejorar la internacionalización.
Por otro lado, la embajadora dominicana en Jamaica recomendó acercarse a la Embajada para impulsar las exportaciones de medicamentos a ese mercado, que actualmente son limitadas, pero con potencial de crecimiento significativo.
