Debido a las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el covid-19, que incluyen el distanciamiento social y el toque de queda, algunos dueños de colmados del Gran Santo Domingo han visto reducir las ventas de sus negocios a más la mitad.
Narciso Mañón, propietario de un colmado ubicado en La Victoria, explica que vendía a diario el doble antes de que se produjera la crisis sanitaria por la pandemia, que ya suma 3,286 contagiados y 183 fallecidos en el país.
Señala que ha adoptado las medidas correspondientes en su negocio para evitar las aglomeraciones, pero el toque de queda lo ha afectado por dos razones: porque las personas tienen menos tiempo para ir al colmado y porque muchos han decidido comprar en mayor cantidad en almacenes o supermercados.
Ramón Emilio Rodríguez también cuenta con un colmado en La Victoria. En su caso, comenta que ha seguido las recomendaciones del Gobierno.
Sostiene que las ventas en su negocio se han reducido en un 50% y que la situación del toque de queda es “super complicada”. Actualmente no se maneja con delivery y recibe aproximadamente 25 personas al día en el colmado. Explica que hasta el momento, mantiene sin subir los precios de los productos.
Luz Puello, propietaria de dos colmados en las inmediaciones de Los Guaricanos, ha tenido que suspender a sus empleados debido a que sus ventas se redujeron en un 60%. Aclara que las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el coronavirus “están bien”. “Es lo que toca por la situación del país”, dice.
Puello señala que sus suplidores no están trabajando a su máxima capacidad, pero comunican los días que van a dar servicio para suplir lo que les hace falta. Con relación al flujo de personas, indica que “se ha reducido a la mitad y pasa mucho rato entre la llegada de un cliente y otro”.
Sus precios se mantienen igual. Sin embargo, entiende que productos como el salami y la leche pueden subir su costo.
El Instituto Nacional de Protección al Consumidor (ProConsumidor) aseguró que los productos básicos no han experimentado alzas de precio y que realiza un monitoreo mensual en los distintos puestos de venta.
Mientras, el presidente de la Confederación del Comercio de Provisiones y Pymes (Confecomercio), Gilberto Luna, explicó que los colmados se han visto en necesidad de crear barreras para poder recibir a los clientes y mantener el distanciamiento.
Señaló que “en este momento nos adaptamos a los nuevos tiempos”. “Luego de esta pandemia, se puede hablar de un antes y un después en la forma de vender, mercadear y llevar la mercancía a los consumidores”, dijo.
Explicó que al igual que las empresas, todo el comercio ha tenido una merma significativa, aunque se trata de uno de los pocos sectores que trabajan todos los días, dentro de las limitaciones del horario.
Entiende que las personas están comprando de forma compulsiva y con miedo, porque consideran que en cualquier momento el Gobierno cambiará las reglas del juego.