El ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Víctor –Ito- Bisonó, con una dilatada trayectoria de servicio en el Estado, tiene bien claro cuál es su papel al frente de esa importantísima institución del Estado: ser un gerente. Y lo mejor: está consciente de que debe rendir los resultados que la ciudadanía espera de él, pues un empleado público está en la obligación de hacerle honor a la oportunidad de servir al país desde una posición tan transcendental como la de ser el responsable de tomar decisiones que marcan el presente y futuro de los dominicanos.
En un lenguaje sencillo, con claridad meridiana, deja establecido que llegó a ese cargo a servir y que eso, independientemente de las dificultades propias, lo enfoca hacia un legado que sirva de referente. Se confiesa un apasionado de la institucionalidad y el orden. La transparencia en sus funciones, asegura, la tiene como filosofía de vida. ¡Qué bueno que es así!
Su experiencia le alcanza para entender con suficiente claridad que juega en un campo minado de intereses, pero que su principal jefe es República Dominicana. Apuesta a lograr un sector industrial y comercial eficiente, cargado de optimismo para salir más fuertes de la pandemia que azota al mundo.
Inscrito en la lista de los optimistas, como espera que también lo estén todos los dominicanos, espera que la economía salga fortalecida y con mayor capacidad de competencia en un mundo que demandará bienes y servicios de mayor calidad una vez pase la crisis sanitaria.
Si rodeos admite que el Gobierno de Luis Abinader llegó en un momento de muchos desafíos, que el contexto es retador y que para superar los obstáculos será necesario aunar cada día las mejores voluntades. El único objetivo, afirma, es alcanzar el bienestar de todos los dominicanos.
Atinado está el ministro al afirmar que está enfocado en aplicar el Decreto 588-20, que manda a darle una importancia nacional a la industrialización. Además reconoce que tanto el régimen de zonas francas como la industria nacional hacen un esfuerzo para en conjunto, como si se tratara de dos alas de un ave, relanzar la economía y poner el aparato productivo en una condición de competencia en un mundo que saldrá con todas las ganas y garras a buscar un dinamismo.
Consideró que más que un ministro, él debe actuar como un gerente que está pendiente de todo cuanto sucede a su alrededor. En este sentido, agradece la confianza depositada en él por el Presidente, ya que eso lo compromete aún más a no sólo hacerlo bien, sino a lograr que todo el Gobierno quede bien ante el país.
Reconoce que ha contado con el apoyo de un equipo de técnicos entregados totalmente a los resultados, que sin ellos sería imposible mostrar los logros de los últimos cinco meses, a pesar de haber llegado en circunstancias difíciles. Por ser transparente, asegura, es que le habla de frente al país respecto al comportamiento de los precios de los combustibles, sobre la necesidad de acabar con el tráfico de hidrocarburos, acerca de la obligación que como autoridad le corresponde para garantizar que la cadena logística funcione correctamente para que el mercado esté abastecido.
Lo único que se le puede desear es que siga con esas mismas fuerzas para que al salir de ese Ministerio lo pueda hacer henchido por el deber cumplido. Y eso esperamos todos.