La palabra marketing comienza a usarse de manera frecuente en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Es en la década de los 50 del siglo pasado que la economía norteamericana se transforma en una economía de servicio, sector que en estos años dio empleos por primera vez a más del 50.0% de la población económicamente activa de esa nación.
En los círculos académicos la disciplina relacionada con el concepto de marketing se utiliza con una combinación de otras disciplinas ya establecidas, como la microeconomía, matemáticas, estadísticas y psicología. Es a principios de la década de los 60 que la Asociación Americana de Marketing (AMA) propuso una definición de una marca, relacionando el concepto con un nombre, signo, símbolo o diseño, para identificar un producto o servicio que ofrecía una empresa al mercado.
A principios de 1960 la palabra marketing se relacionaba al conjunto de técnicas promocionales que utilizaban las empresas para promover las marcas de sus productos. Es Theodore Levitt, en un artículo titulado “la miopía del marketing”, quien instituye los principios clásicos del marketing que conocemos hoy. En su visión de futuro establece que el marketing debe relacionarse estrechamente más con las políticas comerciales de las empresas. Sostiene, además, que más que gestionar la fabricación de bienes, las empresas deben diseñar sistemas para ofrecer una satisfacción de valores para generar nuevos clientes.
En la actualidad, 60 años después, el marketing como proceso científico, social y empresarial, que se estudia en las universidades más prestigiosas del mundo, tiene grandes desafíos y retos provocados por la transformación exponencial que se produce en la industria tecnológicas y en la ciencia de la informática, creando un ecosistema digital, donde las empresas y sus estrategias de marketing tienen que relacionarse con nuevos consumidores, nativos de un mundo totalmente cibernético.
Comenzando la actual década (2020-2030), es el momento donde la generación Z y la generación Alfa se inician en el mercado laboral y se transforman en los nuevos consumidores de productos y marcas. Estas dos generaciones, por su origen de nacimiento, han crecido en un mundo donde las transformaciones de las tecnologías superan todo el conocimiento tecnológico acumulado históricamente en el mundo desde el origen de la humanidad. Son conocidos como nativos digitales.
De acuerdo a Universia.net (2020), las diez principales características de los nativos digitales son:
- Seres digitales: han crecido rodeados de dispositivos tecnológicos y uso del internet.
- Tecnología integrada: en todos los aspectos diarios, los medios digitales son instrumentos integrado a su vida y necesidades de búsqueda de información.
- Seres visuales: es una generación donde la imagen y el video forman parte de su vida para comunicarse e informarse.
- Las aplicaciones son su mejor asistente: las aplicaciones en su móvil son los instrumentos para realizar tareas y comunicarse.
- Nuevos escenarios: crecimiento de la economía digital, incremento de las transacciones digitales, el uso del internet y uso de monedas digitales para el consumo de ciertos productos.
- Oportunidades en la industria 4.0: el uso de las plataformas digitales por profesionales de la industria para la generación de riquezas.
- Nuevo uso de las redes sociales: los nativos digitales concentran sus actividades en las redes sociales más visuales, con una concentración en videos y fotos.
- Sus prescriptores están en internet: una influencia fuerte de los influencers, bloggers o youtubers, para los consumidores tomar decisiones.
- Valoran lo artesanal y la experiencia en vivo: los nativos digitales valoran más los procesos artesanales y personalizados, por eso, el nuevo auge de la ilustración y de la moda personalizada.
- Concienciación: por el acceso a la información los nativos digitales están más sensibilizados de los problemas laborales, sociales y comunidades en entornos colaborativos.
Este nuevo perfil socio tecnológico de las generaciones Z y Alfa tiene un impacto en las nuevas estrategias comercial que usan las empresas, para la conquista de nuevos mercados, crear experiencias positivas, mayor fidelización con los clientes y hacer más rentable los negocios.
Las compañías que realizan sus actividades comerciales en una sociedad digitalizada, con la finalidad de llegar a las nuevas generaciones de consumidores y ofrecer niveles de satisfacción a los clientes, deben usar las nuevas tecnologías que están disponibles, gracias al desarrollo exponencial de la las ciencias informáticas, tecnológicas, matemáticas, programación y estadísticas.
Dentro de esas nuevas tecnologías son:
- Inteligencia artificial
- Internet de las cosas
- Big-data
- Cloud computing
- Automatización procesos
- Código QR
- Impresión 3D
- Drones
- Realidad aumentada
- Realidad virtual
- Detención facial
- Detención de sonidos
- Reconocimiento de imágenes
- Geolocalización
- Video en streaming
El desarrollo de estas nuevas tecnologías y su aplicación en los procesos de creación de nuevos productos, comunicación a través de nuevos medios de comunicación digital, desarrollo del comercio electrónico, nuevas monedas digital para pagar, nuevos instrumentos de distribución, y la toma de decisiones gerenciales, usando base de datos y la ciencia de datos, ha evolucionado la manera de hacer nuevos modelos de negocios.
Al finalizar la década actual, grandes transformaciones sociales, económicas y tecnológicas deben producirse. Solamente aquellas empresas que evolución a los cambios del entorno estarán dentro de las que sobrevivan a un ecosistema digital en constantes transformación.
Finalmente, las empresas deben perfilar una estrategia clara, qué hacer en la próxima década, que se caracteriza por grandes cambios en la tecnología. Se debe disponer de un plan de negocio estratégico, donde el eje sea la tecnología aplicada sea fundamental a los procesos comerciales. Las inversiones en la automatización, robotización y digitalización de los procesos estratégicos, misionales y operativos, con nuevos cambios en la cultura empresarial y estructura organizacional, es la clave para adaptar las diferentes ofertas de marketing (productos y servicios) a las nuevas generaciones de consumidores.