El producto interior bruto (PIB) francés crecerá apenas un 0.25% en el segundo trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), ya que la desescalada programada por el Gobierno para mayo y junio compensará muy lentamente la caída por el endurecimiento de las restricciones que hubo en abril.
En una nota de coyuntura publicada este jueves, el INSEE explicó que la actividad se situará en el segundo trimestre globalmente un 4% por debajo del nivel anterior a la crisis, frente al 4.4% en el primero.
En abril, las medidas de restricción adicionales se han traducido en una producción un 6% inferior a la que había antes de que estallara la crisis, sobre todo por un deterioro de la situación en los servicios a causa de la instauración de un confinamiento a escala nacional desde el día 3.
Los autores del informe estiman, a partir del calendario conocido de reapertura progresiva del Ejecutivo que se va a escalonar entre el levantamiento de los confinamientos perimetrales el 3 de mayo al fin del toque de queda el 30 de junio, que el retroceso será menos marcado a partir de ahora.
En mayo, la pérdida de producción con respecto a la situación precrisis debería ser del 4%, y del 2.5% en junio. Es decir, que a finales del primer semestre se quedaría en un estadio equivalente al que había en agosto de 2020.
En los tres primeros meses del año, el PIB había aumentado un 0.4% respecto al último trimestre de 2020, cuando se había producido un descenso del 1.4%.
La actividad había progresado ligeramente en enero respecto a diciembre (estuvo un 3.9% por debajo del nivel precrisis, frente al 4.4% en el último mes de 2020).
Pero las cosas fueron a peor en los dos meses siguientes, cuando la producción se quedó, respectivamente, un 4.6% por debajo en febrero y un 4.8% en marzo, conforme se imponían más cierres para intentar contener el repunte epidémico.
El Gobierno francés había revisado a la baja sus expectativas a comienzos de abril, y ahora espera que la economía francesa progrese un 5% en 2021.