El repunte de la inflación se está sintiendo en una gran parte de las economías a nivel internacional. Esto último se debe a las políticas monetarias ultra expansivas implementadas por los bancos centrales y a una mayor demanda por bienes y servicios. No obstante, existen instrumentos de inversión que históricamente han tenido buen desempeño en épocas inflacionarias.
Las inversiones alternativas típicamente están inversamente correlacionadas con los activos tradicionales y usualmente ofrecen cierta protección contra la inflación. El oro se ha considerado a menudo una cobertura contra la inflación.
De hecho, muchos inversionistas categorizan al oro como una “divisa alternativa”, especialmente los países cuya moneda está perdiendo valor. El oro es un activo real, físico, y en sentido general, tiende a mantener su valor.
Por otro lado, las materias primas y la inflación tienen una relación única, en la que los commodities son un indicador de la inflación que se avecina. A medida que el valor de una materia prima aumenta, también lo hace el precio de los productos para los que se utilizan las mismas.
Tomando en cuenta el panorama actual, los fondos de inversión inmobiliarios también son otra opción de inversión interesante. Los precios de los inmuebles y los ingresos por alquiler suelen incrementar cuando sube la inflación.
Además, un portafolio de acciones, estratégicamente diversificado, con un mayor peso en el sector de consumos básicos, podría resultar más beneficioso que invertir en renta fija. Otra alternativa podrían ser ciertos productos derivados con un componente de renta fija, que es el capital garantizado, y un activo subyacente de renta variable.
Resulta imprescindible conversar con tu asesor financiero para poder diseñar un portafolio diversificado, que incluya inversiones alternativas y activos tradicionales.