Producto de la pandemia provocada por el covid-19 gran parte de los puestos de trabajo han sido modificados. Algunos se han adaptado con el uso de tecnologías de la información, mientras otros han desaparecido por completo.
Para Isabel Estévez, directora de la firma de gestión humana ACERH Dominicana, el país está viviendo un momento único en la historia, que debe ser aprovechado para incluir todas las modificaciones pertinentes y necesarias para la estabilidad de los empleos y el bienestar de los colaboradores, antes de pensar en reajustes salariales.
Con la llegada de la vacuna contra el coronavirus y la estrategia de recuperación económica realizada por el Gobierno dominicano, se acerca el diálogo tripartito entre representantes gubernamentales, sector sindical y sector empleador en busca de analizar las condiciones en que se está desenvolviendo el mercado laboral dominicano.
Estévez explicó que las empresas aún se encuentran vulnerables para hablar de aumento salarial en grandes escalas y que se podría desencadenar una vertiente de despidos masivos e insostenibilidad producto de los altos costos de producción.
Consideró que se debe priorizar en la modificación de las normativas laborales para que los aumentos en todas las escalas se realicen de manera escalonada y sincronizada con los beneficios que merecen los trabajadores.
“El sector empresarial no podrá asumir altos salarios sin hablar de costos laborales” y otras aristas que conforman la calidad de los empleos, la productividad de los colaboradores e impacto directo de beneficios que eleven la calidad de vida, dijo.
La ejecutiva presentó un informe comparativo sobre el costo laboral en República Dominicana en comparación con otros países de Latinoamérica durante este 2021 en el que se ubica al país como el cuarto con los mayores costos laborales y, en consecuencia, el octavo de los más bajos salarios mínimos de la región.
Teletrabajo
La experta en gestión humana, al referirse al teletrabajo que aumentó por las medidas de distanciamiento social dispuestas por el Gobierno, dijo que en el país se vivió una “especie de urgencia laboral” y no teletrabajo en sí.
Sostuvo que el sector empresarial no estaba preparado para dar respuesta a sus mecanismos operativos desde los hogares y al producirse el confinamiento social se tuvo que trabajar con lo que se tenía a mano y no con las herramientas que conforma el teletrabajo.
Dijo que en la actualidad si se está implementando el trabajo desde los hogares con el uso de aparatos tecnológicos que facilitan los procesos a distancia, pero aun así hay algunas brechas que se deben superar para viabilizar las condiciones de ese tipo de trabajo que demanda otras obligaciones y beneficios.