El sector financiero es prácticamente la columna vertebral de cualquier país y su correcto funcionamiento es clave para acelerar la recuperación económica. Sin un sistema financiero saneado, es básicamente imposible que una nación avance en cualquier ámbito. En el contexto doméstico, dicho sector viene creciendo de forma constante en los últimos años, a pesar de los estragos causados por la pandemia.
Según los Acuerdos de Basilea III, las entidades financieras a nivel mundial deben mantener un índice mínimo de adecuación de capital del 8%. En República Dominicana, el coeficiente de solvencia tiene que situarse por lo menos en un 10%, y a mayo del presente año, este indicador se ubica en 21.55%.
En cuanto al sector financiero consolidado, a mayo de 2021, (Bancos Múltiples, AAyP, Bancos de Ahorro y Crédito, Corporaciones de Crédito y Entidades Públicas de intermediación financiera), los activos se colocan en RD$2,517,472.74, los pasivos se ubican en RD$2,241,307.9, y el patrimonio se sitúa en RD$276,164.76. Mientras que el ROA y el ROE se encuentran en 2.27% y 20.66% respectivamente (todos los indicadores mejoraron respecto al mismo periodo de 2019).
A junio de este año, el desempeño del mercado de valores dominicano también ha sido favorable, tomando en cuenta la crisis sanitaria, y continua en la senda del crecimiento. Las liquidaciones totales (renta variable y renta fija) se ubican en US$42,500 millones, lo que equivale a alrededor de la mitad del PIB criollo. Las cuentas de corretaje totalizan 107,226 y 100,067 titulares.
Cabe destacar que el Senado aprobó la Ley de Fomento a la Colocación y Comercialización de Valores de Oferta Pública con el fin de incentivar las inversiones en el mercado local mediante un régimen tributario especial.