La noticia es harto conocida: El Poder Ejecutivo remitió al Congreso Nacional una nueva modificación al Presupuesto General del Estado 2021 para introducir cambios en las proyecciones de ingresos y en la programación del gasto. El proyecto deja inalteradas las necesidades de financiamiento para este año.
Un segundo presupuesto complementario tiene más de una lectura. Por un lado, es un indicativo de que la economía está en una franca y real recuperación, lo cual se demuestra con niveles de ingresos superiores a lo estimado, y por el otro hay que creer en que la gestión recaudadora de Impuestos Internos, Aduanas y Tesorería está en su mejor momento.
Sin embargo, la primera posibilidad, sin dejar de reconocer los avances en la gestión, parece que ha ocupado una mayor ponderación en todo este proceso de mejoría en los ingresos. La recuperación de la economía representa, a todas luces, la posibilidad de discutir una reforma tributaria en un escenario más positivo, previendo que la planificación a largo plazo siempre será mejor que inventar con parches coyunturales.
De acuerdo con las autoridades, y esto refuerzo lo dicho, se sustenta en la dinámica de las cuentas fiscales durante los primeros 10 meses de 2021, en una perspectiva macroeconómica que apunta a una expansión real de la economía en torno al 10.7% para el presente año y en el compromiso de la actual administración de transparentar la gestión de los recursos públicos.
La pieza sometida para estudio y aprobación plantea un incremento de los ingresos fiscales en el orden de RD$63,641.8 millones respecto a lo proyectado en el Presupuesto Reformulado en julio. Se estima ahora que los ingresos fiscales al cierre de 2021 ascenderán a RD$830,007.2 millones, equivalentes a 15.6 % del producto interno bruto (PIB) proyectado, atendiendo a la dinámica que han evidenciado hasta el momento, a las promisorias perspectivas económicas en lo restante del año y a la continuación de los esfuerzos para combatir la elusión, evasión y el fraude fiscal.
En cuanto al gasto, se plantea un incremento neto de RD$13,263 millones, con lo cual las erogaciones ascenderán a RD$989,853.2 millones o 18.6% del PIB estimado para el año.
Queda claro, con toda esta información, que las perspectivas económicas son más halagüeñas y que las autoridades, a las que hay que reconocerles eficiencia en el gasto (por las razones que fuera), van por el camino correcto. Ahora bien, un consejo final: no se debe escatimar en el gasto de capital, pues es el que genera valor agregado.