A pesar de lo que privamos de los más avanzados, en estadísticas estamos muy atrasados y además desactualizados, de tal manera que no podemos confiar en ellas para hacer cálculos, análisis y previsiones, que nos ayuden a mejorar nuestros resultados a futuro. Y me refiero sobre todo al mercado asegurador, el cual es tan dependiente de las estadísticas y las probabilidades matemáticas, que seria una gran falta y debilidad, hacer nuestras proyecciones sin su concurso.
Hoy solo podemos hablar del primer trimestre donde las aseguradoras facturaron 19,714.4 millones para un crecimiento de 5.1% respecto al periodo anterior, con un crecimiento en los siniestros de 6%. Pero donde hubo una caída fuerte en los beneficios que cayeron un 39.3% y como vieron, se debe a que en el 2020 los siniestros, sobre todo vehículo, tuvieron una buena reducción, y este año, con la liberalización de las medidas de circulación por la pandemia, volvieron a subir, como también la caída de los intereses de las inversiones de las reservas.
Para que lo entiendan mejor, en 2019 tuvimos una producción de 69,459.7 mil millones, un incremento de un 14.8% sobre el ano anterior, y en siniestro se pagaron RD$37,358.2 mil millones, un 10% menos, por lo que las aseguradoras tuvieron un gran ano. Ahora bien, los resultados técnicos solo fueron el 3%, muy diferente a los resultados financieros que anduvieron por el 67%.
Pero veamos los resultados del 2020 con una producción de prima de RD$74,270,5 mil millones, un crecimiento de 6.9% y una reducción de 10.7% de la siniestralidad, o sea, se pagaron RD$33,351 mil millones, RD$4. Mil millones menos que el ano anterior, con unos beneficios después de impuesto de RD$6,583.9 mil millones, un 32.8% mas que el 2019. Fue un ano extraordinario para el mercado asegurador, y todo básicamente a la gran caída de los siniestros sobre todo en accidentes de vehículos.
Pues bien, si mis predicciones son correctas, con el incremento de los accidentes de tránsitos, y de seguros de salud, más la caída de los intereses de la inversión de las reservas, y el aumento de algunas aseguradoras en sus gastos administrativos, y otros defases, los beneficios pueden caer hasta un 50% en relación al 2020, y con el endurecimiento de los contratos de reaseguros por las grandes perdidas que vienen teniendo algunos mercados y sus proyecciones a futuro, nuestro mercado de seguros debe ir poniendo cerca el salvavidas para sostenerse de las turbulencias que se avizoran.
Por muchos años, la supervisión del mercado nuestro ha sido muy floja, o tal vez nula, pero son circunstancias que no pueden seguir, en un mercado que depende de la confianza del público, a las garantías que nos ofrecen las aseguradoras, de cumplir con sus promesas de indemnización en los momentos más difíciles, de la existencia de cualquier proyecto, salud o vida.
Los que estamos en este mercado, con el compromiso de cumplir, mas los que tienen la responsabilidad de regular, debemos aunar esfuerzos por solidificar la salud del mercado, ganar la confianza del público para lograr un crecimiento mayor en menor tiempo, por la gran brecha que aún tiene el mercado. Necesitamos mayor conciencia, pero también, facilidades de comunicación y productos innovadores y asequibles a la realidad social y económica del mercado.