[dropcap]E[/dropcap]l Banco Central (BC) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.00% anual. La decisión fue precedida por un análisis del panorama macroeconómico, incluyendo el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación, las expectativas del mercado y el entorno internacional relevante para la economía dominicana.
En su reunión de política monetaria del mes de noviembre de 2015, según un comunicado de la entidad, se observó que en octubre la tasa interanual de inflación ascendió a 1.23% y que, en términos acumulados, la inflación alcanzó 2.08% hasta ese mes.
Adicionalmente, señala, la inflación subyacente, la cual refleja las condiciones monetarias de la economía, se mantuvo en 1.91% interanual. La inflación terminaría en torno al límite inferior de la meta establecida en el Programa Monetario para 2015, convergiendo gradualmente hacia el centro del rango de 4.0%±1.0% en 2016.
En el contexto externo, según Consensus Forecast, la economía mundial crecería 2.6% en 2015, acelerándose a 2.9% en 2016, impulsada por el desempeño de los países desarrollados. Estados Unidos de América (EUA) experimentaría una tasa de expansión en torno a 2.4% en 2015 y 2.6% en 2016, al tiempo que la Zona Euro (ZE) se expandiría en 1.5% y 1.7% durante esos años, respectivamente. La inflación en las economías industrializadas de Europa y en los EUA permanecería cercana a cero durante 2015. Para 2016, aumentaría alrededor de 1.7% en EUA y 1.1% en la ZE, en un ambiente de menor desempleo.
En otro orden, las perspectivas de las principales economías emergentes se mantienen a la baja, destacándose la recesión de Brasil y la ralentización del resto de las economías exportadoras netas de bienes primarios en América Latina, proyectando una contracción de -0.8% en 2015 y recuperándose gradualmente en 2016, con un crecimiento moderado de 0.2%.
El panorama económico latinoamericano en 2015 está influenciado por la contracción estimada de las economías de Brasil (-3.0%) y Venezuela (-8.0%), así como por el bajo crecimiento proyectado para Argentina (1.0%) y la desaceleración del crecimiento de otros importantes exportadores de commodities, como es el caso de Chile (2.1%) y Perú (2.8%).
Por su lado, la economía de China crecería 6.8% este año y 6.3% el año entrante, por debajo del promedio de la última década, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional. En los mercados cambiarios internacionales, se mantiene la tendencia a la apreciación del dólar estadounidense, mientras los precios de los bienes primarios, particularmente del petróleo y el oro, continúan por debajo del promedio de los últimos años.
En el ámbito interno, la actividad económica evoluciona favorablemente en el corto plazo. La reciente misión del FMI que evaluó las condiciones económicas nacionales, reafirmó que la República Dominicana sigue estando entre las economías más dinámicas de la región. En ese sentido, el Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para 2015 contempla una tasa de crecimiento real en el rango 6.5%-7.0%. Consistente con la evolución del PIB nominal, los préstamos al sector privado en moneda nacional crecen a una tasa interanual en torno a 11.0% al mes de noviembre.
Sobre el sector externo, el balance de cuenta corriente cerraría el año con el déficit más bajo en los últimos diez años, en torno a 2.0% del PIB, por los menores precios del petróleo y el buen desempeño de los ingresos por turismo, remesas y exportaciones de las zonas francas. En lo concerniente a la política fiscal, se mantiene la proyección de superávit primario en el presente año al tiempo que, para 2016, se contempla un superávit primario en torno a 0.7% del PIB. Estos resultados positivos en las cuentas externas y fiscales, facilitarían la acumulación de reservas y la estabilidad relativa del mercado cambiario.
El Banco Central ratifica su compromiso de implementar la política monetaria orientada al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante posibles riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.