El Estado está inmerso en un proceso de modernización que incluye la utilización de las tecnologías para ganar eficiencia en sus operaciones de recaudación. Y está muy bien.
En este contexto viene por ahí la factura electrónica, que no sólo elimina el papel y las viejas prácticas de facturación, que se pueden prestar a muchas cosas, sino que convierte en tiempo todas las operaciones financieras. Esto es eficiencia en todo, pues mejora la capacidad recaudadora del Estado.
Impuestos Internos está al día en todo. Tiene los planes bien establecidos y todo parece que se iniciará a partir del año próximo, comenzando con las grandes empresas. Luego seguirán las medidas y terminar con las micro y pequeñas junto con las personas físicas.
Sin duda, este proceso debe aplicarse. Lo único que puede pedirse al Estado es que piense en la inversión que deben hacer las empresas.