La inclusión financiera es un elemento clave para el desarrollo socioeconómico de un país. Sin embargo, América Latina, pese a los avances alcanzados en los últimos años, aún está rezagada en materia de uso pleno y efectivo de los servicios y productos financieros.
Así lo aseguró la economista Diana Mejía, especialista senior en inclusión financiera del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), al subrayar que países como República Dominicana están “haciendo su tarea” en facilitar acceso a las cuentas bancarias, pero deben dirigir sus esfuerzos a derribar las barreras que limitan la participación de las personas en el sector financiero formal.
“Si vemos varios indicadores de acceso como: número de sucursales, cantidad de cajeros electrónicos y servicios financieros digitales se observa que las instituciones financieras están garantizando el acceso bancario, pero no pasa lo mismo con relación al uso”, recalcó Mejía.
Respecto a la heterogeneidad de las condiciones para el desarrollo de la inclusión financiera, Mejía destacó que Colombia y Panamá lideran con 82 puntos como los Gobiernos que apoyan e impulsan acciones a favor del acceso bancario, según resultados del Microscopio Global 2020.
Mientras que el resto de los países de América Latina se están posicionando de “muy buena manera”. En el caso de República Dominicana, dijo que tiene un puntaje de 53, un porcentaje halagüeño, pero con menor puntuación en áreas de productos y puntos de ventas.
La economista agregó, durante su participación en la conferencia “Inclusión financiera en América Latina: retos y oportunidades”, que organiza el Banco Central en ocasión a la Semana Económica y Financiera 2022”, que las nuevas tecnologías son una aliada para el sector bancario.
“La tecnología móvil podría ayudar a romper esas barreras tanto de acceso como de uso. O sea, la alta penetración de telefonía móvil es una gran oportunidad para la inclusión financiera de la región”, destacó al sugerir que esta debe ir de la mano con incentivar el uso de pagos digitales.
Principales barreras
De acuerdo a datos del Global Findex 2020, del Banco Mundial, citados por Mejía, entre las principales barreras que impiden que las personas no tengan ni usen una cuenta bancaria figuran: el componente económico, es decir, que el 58% afirma que no tiene fondos suficientes, mientras que un 52% dice que los servicios financieros son muy caros.
Un 37%, especialmente mujeres, indica que alguien de su familia tiene una cuenta bancaria; un 29% no tiene confianza en las entidades financieras y un 25% alega que no tiene la documentación necesaria.
Género
La especialista del CAF afirmó que en América Latina las barreras de inclusión financiera son aún más severas para las mujeres. Estas limitaciones se enmarcan en la accesibilidad financiera, digital (menor acceso a Internet), económica (informalidad y trabajos domésticos no remunerados), física (inseguridad en la calle).
“Vemos que el 57,4% de los hombres tiene cuentas versus el 51,4% de las mujeres (162 millones de féminas en América Latina) no tienen acceso a una cuenta bancaria”, puntualizó Mejía.
En ese tenor, sostuvo que en el índice de educación financiera la región está rezagada en relación a economías más avanzadas como Estados Unidos, México, Reino Unido, Brasil, la Unión Europea, Canadá y otras naciones del G-20.
“Todavía hay una tarea pendiente en tema de uso y educación financiera y obviamente en temas de cierre de brechas de género”, recalcó al subrayar que la inclusión financiera beneficia no solo a las personas sino a las empresas y sus economías.