Ya lo ha revelado el ministro de Hacienda, José Manuel Vicente (Jochi): El gobierno tiene la intención de que República Dominicana alcance el grado de inversión en un plazo no mayor de diez años.
Lograrlo, según el funcionario, es llegar más rápido y con un menor costo al desarrollo social y económico que todos deseamos. Y tiene toda la razón. El asunto ahora es ver cómo lograrlo y qué debe hacer el Gobierno para que eso sea una realidad.
Está claro que el principal funcionario del área fiscal está consciente de que resultará una tarea difícil de alcanzar. Es oportuno dejar constancia de que la fortaleza económica, institucional, financiera del gobierno y la susceptibilidad a eventos de riesgo son aspectos a tomar en cuenta en este proceso.
Si alguna de estas variables falla es posible que la meta se ponga más lejos. Ya ha pasado. ¿Qué significa lograr el grado de inversión? En 2021 el país se trazó esta meta por primera vez, es decir, que 12 años después el país no lo logra, pues es necesario obtener una calificación de BBB-/Baa3 o mejor.
El ministro de Hacienda admite, igualmente, que esta meta no se logra de la noche a la mañana. Sin embargo, afirma que ya están trabajando para lograrlo. Considera que la gran estabilidad macroeconómica, el sostenidamente alto crecimiento del PIB, la confianza en la gestión fiscal que transmite este gobierno son puntos muy fuertes a nuestro favor. También está consciente de que resultará todo un maratón que abarcará a más de un gobierno.
En términos prácticos, lograrlo significa mejores tasas de interés para financiar el desarrollo del país. El Gobierno podrá acceder a recursos frescos más competitivos, a plazos y rendimientos cómodos para cubrir el déficit. Además, el sector privado, por vía de consecuencia, tendrá la posibilidad de financiarse con mejores condiciones.
República Dominicana, por supuesto, reúne no sólo las buenas intenciones de las autoridades para ubicarse en el exclusivo grupo de países que logran las mejores tasas de interés en el mercado global porque sus economías generan certidumbre. Si todo sigue como va, entonces la meta es alcanzable.
Otra de las ventajas de lograr un grado de inversión en el mercado de capitales es que el país tendrá mayores posibilidades de convertirse en un territorio fértil para la inversión extranjera. Esto genera empleos de calidad y una economía con un campo abierto para su expansión.
Lo que no se puede perder de vista es que hay retos importantes en materia fiscal y de competitividad. Hay algunos huecos que deben ser tapados para alcanzar la meta.