El Banco Central (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.00% anual, luego de visualizar como favorable para la economía local, el entorno internacional, así como del contexto doméstico al tomar en consideración el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y las expectativas del mercado.
Las autoridades bancarias informaron en su reunión de política monetaria, que al cierre de diciembre de 2015, la tasa interanual de inflación alcanzó 2.34%, quedando por debajo del límite inferior en el rango de la meta de 4.0%±1.0% establecida en el Programa Monetario. Asimismo, añadieron que la inflación subyacente, que refleja el contexto monetario de la economía, ascendió en 1.82% en 2015.
Los informes del órgano rector de la Política indican que la económica local ha seguido un curso de crecimiento por encima de su potencial, mostrando así una tasa de expansión de 7.0% del PIB en 2015. También, los préstamos privados en el sector financiero, exhiben un excelente crecimiento interanual de casi un 12%, lo que supera el crecimiento del producto nominal, de acuerdo a una nota de prensa enviada a los medios.
Otra noticia destacadas es que las cuentas externas de la economía dominicana continúan mejorando, a pesar del descenso en las cotizaciones internacionales del petróleo. Las autoridades indican que el buen desempeño en los ingresos por turismo, remesas y exportaciones de zonas francas han contribuido al crecimiento de la economía nacional.
Además, proyectan que para este 2016, el déficit de cuenta corriente se mantenga cercano al 2.0% del PIB. En relación a la política fiscal, sostienen que el Presupuesto de 2016 contempla mantener la disciplina dentro de los esfuerzos de consolidación y sostenibilidad de las cuentas públicas.
Aseguran también, que el comportamiento adecuado de las cuentas externas y fiscales en 2016, facilitaría la acumulación de reservas y la estabilidad relativa del mercado cambiario.
Ámbito internacional
Las proyecciones de crecimiento a nivel mundial para este 2016 se reducirán 0.2% al pasar de 3.6% a 3.4% según el más reciente Panorama de la Economía Mundial (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Las razones para este descenso de acuerdo al FMI están en los constante problemas enfrentados por las principales economías emergentes, en las exportaciones de bienes primarios.
Estas incertidumbres en los mercados financieros internacionales han permitido que el Banco de la Reserva Federal (FED) decidiera mantener sin cambios su Tasa de Política Monetaria en el mes de enero, luego del incremento de 25 puntos básicos en diciembre de 2015 que la colocaron entre 0.25% y 50%.
Otros inconvenientes constatan la desaceleración de China y la recesión en varias de las principales economías emergentes, lo que ha impulsado al alza las primas por riesgo-país en estas economías, en tanto que el dólar norteamericano se ha apreciado y el precio del petróleo y los indicadores bursátiles han disminuido.
El crecimiento mundial, según las proyecciones de Consensus Forecast (CFC) estaría en expansión de los países industrializados. En ese sentido, Estados Unidos lograría una expansión de 2.4% en 2016 y 2.5% en 2017, mientras, la Zona Euro (ZE) continuaría la consolidación de su recuperación con tasas de crecimiento de 1.7%, en 2016 y 2017. Se espera que la inflación tienda a acercarse a 2.0% tanto en EU como en la ZE, a la vez que el desempleo continúe reduciéndose.
Pero las condiciones macroeconómicas de las economías emergentes se mantienen débiles, en tanto que las perspectivas apuntan a una ligera mejoría en 2016.
Las proyecciones para América Latina prevén un crecimiento de 0.3% en 2016, alcanzando una recuperación en 2017, con una expansión de 2.3%. Este resultado estaría influenciado por la evolución de Venezuela y Brasil, quienes se mantendrían en recesión hasta 2016, así como por la moderación del crecimiento en las economías exportadoras netas de materias primas de la región.
Ante el panorama sombrío para algunos y agridulce para otros, el Banco Central dice que su compromiso de implementar una política monetaria orientada al logro de su meta de inflación no variará, reitera a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante posibles riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financieros y de pagos.