En momentos donde la mirada está puesta en la monarquía – corona británica – por “obvias” razones, resulta interesante hablar de democracia. Aunque esta no puede limitarse a la celebración de elecciones, es indiscutible que, en la actualidad, las votaciones son un claro indicador de la misma. Dice el dicho, “la democracia es soberanía popular”.
Sin embargo, de acuerdo con la medida de democracia de Economist Intelligence Unit (EIU), menos de la mitad (45.7%) de la población mundial ahora vive en algún tipo de democracia. Ese porcentaje presenta una disminución significativa desde 2020 (49.4%).
Ese dato puede parecer poco relevante para República Dominicana. No obstante, si se observa el puntaje general de América Latina, se revela que cayó por sexto año consecutivo. Según la EIU, fue “la mayor rebaja registrada por cualquier región desde lanzamiento del Índice de Democracia”. A pesar de eso, la isla caribeña no solo muestra contrastes notables, el país, particularmente, presenta considerables mejoras.
Dominicana
La democracia, en teoría, está asociada con una mayor acumulación de capital humano, menor inflación e inestabilidad política así como mayor libertad económica. Es decir, la democracia crea mejores oportunidades tanto para el crecimiento económico como para el progreso cultural que los regímenes autoritarios, con algunas excepciones – China –, claro.
En los últimos 40 años, América Latina ha vivido su período más largo de democratización. A partir de la transición política de 1978 en República Dominicana (Fallo Histórico), casi todos los países de la región experimentaron procesos de cambio político: cayeron los regímenes autoritarios y surgieron las democracias electorales.
De acuerdo con el índice de democracia del 2022, en América Latina, el país es uno de los dos que han mostrado mayor mejora, especialmente en proceso de democratización y las restricciones judiciales. Así mismo, indican que, junto a Ecuador, hubo progreso “significativo y sustancial” en el cumplimiento del gobierno con el tribunal superior en los últimos diez años.
Incluso, solo en 2021, junto al Seychelles, República Dominicana fue de las únicas que mostraron una trayectoria ascendente sustancial. También pertenecen a los tres, de los diez principales democratizadores desde 2011, con mejores desempeños en los últimos tres años.
Para arrojar número más concretos. Mejoras “modestas” en República Dominicana (+0.13), Guyana (+0.24) y Uruguay (+0.24) evitaron un resultado aún peor para la región en el desempeño de la democracia. Fueron los únicos países cuyas puntuaciones mejoraron.
Región
Ciertamente el país no es el más democrático de la región. Ni siquiera está “cerca” de serlo. Incluso, todavía cuenta con una categoría de “democracia defectuosa”. Mientras en el ranking mundial ocupa el lugar número 60, a nivel regional está en la posición 10. El primero es Uruguay con una puntuación del 8.85. República Dominicana tiene un puntaje de 6.45.
Por arriba de la nación caribeña están naciones como Costa Rica (8.0) en segundo lugar, Chile (7.92) en tercero, Trinidad and Tobago (7.16) en cuarto y completa los cinco primeros Jamaica (7.13). Los dos primeros puestos son los únicos en Latinoamérica que disfrutan de una “democracia plena”. De hecho, esos dos países se clasificaron entre los primeros 20 del mundo.
Uruguay no solo fue clasificado como el más democrático de la región, sino que también experimentó una de las mejoras más significativas en el puntaje a nivel mundial. El país obtuvo 10/10 en “proceso electoral y pluralismo” y 9.71 en “libertades civiles”. Costa Rica tuvo la “participación política” más alta, con una puntuación de 7.78.
En el caso contrario, destacan Chile, que fue degradado a “democracias defectuosas”. Por su parte, Ecuador, México y Paraguay perdieron su condición de “democracias defectuosas” y ahora son designados como “regímenes híbridos”.
Haití tuvo el peor escenario. Paso de un “régimen híbrido” a un “régimen autoritario”. Estos hechos hicieron que el puntaje regional promedio de América Latina cayera de 6.09 en 2020 a 5.83 en 2021.
Otros hechos que incidieron fue que cinco de los 10 principales autocratizadores desde 2011 también han sido los principales autocratizadores en los últimos tres años. Entre esos países está El Salvador, que cuenta con esa perspectiva a corto y largo plazo con proceso en curso durante “un largo tiempo” y continúa en el presente.
En la región, advierten, el puntaje empeoró en 2021 debido a una fuerte disminución en la cultura política. Según el informe, las cifras reflejan el descontento público con el manejo del coronavirus por parte del Estado, incluido el creciente escepticismo sobre la capacidad de los gobiernos democráticos para abordar los problemas de la región.
De acuerdo con el reporte, América Latina se presenta cada vez más débil el compromiso con una cultura política democrática. Como resultado, subieron al poder “populistas iliberales”, como Jair Bolsonaro en Brasil, Andrés Manuel López Obrador en México y Nayib Bukele en El Salvador, para prosperar.
Indican además que esa tendencia también fomentó regímenes autoritarios en Venezuela y Nicaragua. Incluso, en este último, el puntaje de cayó bruscamente después una elección presidencial ficticia celebrada en noviembre de 2021, asegura el informe. Ese país cayó 20 lugares en el ranking mundial, al 140.
Hay que aclarar que la definición de democracia no es única ni tiene el mismo significado o interpretación siempre. Además, es larga la lista de factores que pueden considerarse para determinar si una democracia existe o no, y si es de calidad o no. “Hay cosas que limitan esa democracia”, comentó el director de elDinero.