Aun la temporada ciclónica no ha concluido, como se agotan las capacidades de las aseguradoras en la Florida. Así lo advierte la Fitch Ratings, pronosticando que Ian le costara a la industria, alrededor de 40 mil millones de dólares. Algunas de las aseguradoras, no están en condiciones de soportar estas pérdidas Y aquellas que aun tienen suficiente capacidad para responder, ya están al limite y amenazadas por la incertidumbre de otra gran tormenta.
Tenemos la obligación de aprender de la experiencia de Puerto Rico con los Ciclones Irma y María, y lo que viene ocurriendo en La Florida con los daños por ciclones y las demandas y mafias que se derivan de estos procesos. son una gran pérdida que tiene hincado al mercado asegurador de la Florida, y a pesar de la intervención y preocupación de las autoridades, no han encontrado forma de frenar el mal.
La capacidad de los reaseguradores y su apetito de riesgo esta disminuyendo para nuestra región, el futuro no pinta bien, por lo que nuestro mercado tiene que repensar las acciones para no verse en grandes dificultades. Y una de las grandes tareas, es concientizar el mercado de la gran importancia que tiene el mercado asegurador, para garantizar y servir de apoyo a la industria el comercio y los bienes individuales.
Contratar reaseguros de calidad, requiere de primas suficientes para enfrentar la siniestralidad y los costos operativos, más las reservas suficientes para los eventos que inevitablemente nos vendrán. Pero de la misma vertiente, nuestros hombres de empresas deben asumir con mayor y mejor visión, la administración de los riesgos, que se incrementan con el crecimiento, aumento de procesos y de población, como también los que son resultado del calentamiento global.
Los hombres de Estado, lideres políticos, generalmente viven de espalda al mercado, dándole tan poca importancia, que colocan al frente de los organismos responsables, a cualquier político por simpatía, nunca por capacidad para entender y liderear los procesos, teniendo como resultados, una de las peores supervisiones de la región por mucho tiempo. Gracias a los hombres y mujeres responsables del mercado que han sabido asumir la autorregulación con algunas excepciones.
Todos debemos estar consciente, que el mercado asegurador es la garantía de mantener las inversiones que produzcan los bienes y servicios que necesitamos. Sin seguros, no lograremos atraer inversionistas. Se nos caerán los empleos y crecerá la pobreza. Además, las primas que pagan los asegurados engrosan los ahorros de nuestra sociedad, como las inversiones de las reservas, que hacen las aseguradoras por ley, impulsan el crecimiento y desarrollo de la economía.
Ningún país con economía de mercado puede desarrollarse sin un buen mercado asegurador. Es una responsabilidad de los protagonistas, alinearse con los mejores intereses, y asumir el compromiso de impulsar la conciencia y las mejores prácticas, para preservar el mercado y seguir siendo la garantía de la continuidad del capital, más allá de los riesgos.