Tras los problemas causados por el huracán Fiona, el alto costo de la canasta familiar, el alza en las tarifas eléctricas y la delincuencia con la que se vive día a día en el país, se ha sumado la reaparición del cólera con al menos un caso registrado en República Dominicana.
Luego del terremoto que devastó gran parte de la capital de Haití en enero del 2010, los casos de cólera se dieron lugar a causa de las condiciones paupérrimas en las que quedó el vecino territorio.
El 15 de noviembre del 2010 se confirmó el primer caso de la bacteria en territorio dominicano, y no fue hasta el año 2014 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), en sus registros, mostró un descenso en los datos relacionados a la enfermedad en el país.
En los últimos ocho años hubo ausencia de cólera, pero el Ministerio de Salud Pública esta semana ha confirmado el primer caso importado desde Haití por una paciente de 32 años, quien fue ingresada en el Hospital Nuestra Señora de la Altagracia del municipio de Higuey, provincia La Altagracia.
El cólera es una enfermedad bacteriana que se transmite, generalmente por el agua, provocando diarrea y deshidratación severa. Si no se detecta de manera rápida, puede llegar a ser mortal en cuestión de horas, incluso, en personas previamente sanas.
Las aguas contaminadas son la principal fuente de infección; sin embargo, la bacteria puede contraerse por consumo de mariscos, frutas y vegetales crudos y granos que se contaminan luego de su cocción y se mantienen a temperatura ambiente.
El tratamiento de las aguas residuales ha sido de gran ayuda en países industrializados, pero esta contagiosa enfermedad todavía afecta a gran parte de la población del sudeste Asia, África y Haití.
Los riesgos de contagio son mayores dentro de comunidades pobres y en condiciones de precariedad en asuntos de higiene.
Para prevenir contagios es recomendable lavar las manos con agua y jabón frecuentemente, solo consumir agua potable de marcas reconocidas y confiables, comer alimentos completamente cocidos y calientes. Evite los mariscos y pescado mal cocidos y las frutas que no se pelan para ser ingeridas.