[dropcap]E[/dropcap]l comportamiento de las variables macroeconómicas de los últimos años parece haber dado a República Dominicana la madurez o las claves para lidiar con dos de los indicadores más críticos para el éxito de las economías modernas: el nivel de precios y costo de las monedas extranjeras.
En cuanto a la subida anual de los precios, el país muestra un desempeño cercano al de naciones desarrolladas, que fijan como meta de inflación aumentos cercanos al 2%. El año pasado la inflación alcanzó el 2.34% y en 2014 fue de 1.58%. No hace mucho tiempo que la historia era distinta, como en 2010, que fue de 6.24% ó 2011 con una subida general de precios de 7.76%.
A medida que pasan los años, el país exhibe menores niveles de inflación y aprende a interpretar las señales que ofrece el mercado cambiario sobre cuándo es el momento de intervenir para inyectar liquidez y saciar la sed de los dólares necesarios para hacer negocios con el exterior, especialmente Estados Unidos, el primer socio comercial por mucho.
Se trata de una medida preventiva, con el fin de evitar incertidumbre en los sectores productivos. El margen de maniobra lo ha permitido la existencia de reservas internacionales suficientes para corregir variaciones no programadas. Al finalizar marzo, el país disponía de reservas internacionales brutas por US$5,171.2 millones y US$5,122.2 millones de reservas netas.
A tres meses de haber iniciado el año, las autoridades monetarias consideraron necesaria la liberación al mercado de entre US$100 millones y US$200 millones, para aliviar la presión. El 5 de enero los bancos vendían la moneda estadounidense en RD$45.5939, mientras que al finalizar marzo el precio de la divisa era de RD$45.8314.
Gran parte de los sectores de la economía valoraron como positiva la medida. No obstante, la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) expresó que, además de la intervención del mercado, el país tiene que aplicar medidas definitivas. La vía planteada por los industriales es el establecimiento de la una verdadera cultura exportadora que autosatisfaga las divisas que requiere el mercado.
La agrupación dijo que las recurrentes y cíclicas intervenciones del Banco Central para inyectar dólares al mercado, y mantener por esa vía la estabilidad relativa de la tasa de cambio, terminarán cuando el país pueda exportar lo suficiente y producir las divisas que demanda la economía.
Tasa de política monetaria
Luego de 20 meses, las autoridades monetarias tomaron la decisión de mover la tasa de política monetaria, uno de sus principales instrumentos para controlar la cantidad de dinero en la calle y, naturalmente, los precios de bienes y servicios.
A finales de marzo de 2015, la Junta Monetaria redujo significativamente la tasa en 50 puntos básicos, fijándola en 5.75% luego de permanecer en 6.25% desde agosto de 2013.
Al mes siguiente el Banco Central consideró oportuno un nuevo ajuste de otros 50 puntos básicos, colocando la tasa de política monetaria en 5.25%.
Otra bajada de 25 puntos se hizo efectiva al mes siguiente, lo que fijó la tasa en 5% desde finales de mayo.
En tres meses, el interés de referencia para las entidades de intermediación se redujo de 6.25% a 5%, un descenso de 125 puntos básicos, lo que refleja una clara política monetaria expansiva con fines de dar los estímulos necesarios para que la economía mantenga su ritmo de crecimiento.
La inflación de febrero de 2015 se había comportado por debajo de las metas fijadas por las autoridades monetarias para garantizar un crecimiento saludable, por lo cual decidieron dar un empujón a la economía por medio de intereses más bajos. En ese mes los precios se incrementaron en 1.02%, cuando la meta era 4%.
Para los meses siguientes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) arrojó una inflación anualizada aún menor en marzo de 0.64% e inflación negativa de -0.04% en abril.
Las medidas de estímulo han cobrado relevancia cuando se considera que los precios anualizados entre mayo y septiembre se mantuvieron por debajo de 1%. En octubre y noviembre se ubicó en 1.23% y 1.54%, respectivamente.
“La decisión sobre la tasa de referencia fue adoptada tomando en consideración las perspectivas de las principales variables macroeconómicas, especialmente el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y del mercado y el entorno internacional”, según un comunicado.
Funciones del Banco Central
El Banco Central ejecuta la política monetaria en base al Programa Monetario, tomando en consideración sus objetivos principales de estabilidad de precios. El programa contiene de forma explícita los objetivos y metas que se persiguen, así como las medidas o acciones de política que se estimen necesarias para asegurar su cumplimiento.
La Junta Monetaria aprueba el Programa Monetario a propuesta del Banco Central, dentro de los 30 días después de la promulgación del Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos del año correspondiente y, en todo caso, no más tarde del 31 de diciembre de cada año. Este programa se debe revisar trimestralmente para saber sobre su efectividad.